Marcio Abreu es actor, director de teatro y dramaturgo. Es el fundador de la Companhia Brasileira de Teatro, que tiene más de 20 años de trayectoria, con sede en la ciudad de Curitiba, estado de Paraná. Marcio se graduó en la Escuela Internacional de Teatro de América Latina y el Caribe y en la Escuela Internacional de Antropología Teatral (ISTA).
Marcio trabaja no sólo en la Companhia Brasileira, sino también en colaboración e intercambio con varios artistas y grupos en Brasil y en el extranjero. Ha dirigido espectáculos de teatro y danza, performances y composiciones escénico-musicales. Su dramaturgia está intrínsecamente vinculada a su trabajo como director.
También tiene una amplia actuación en el campo de la pedagogía teatral, impartiendo talleres, cursos, seminarios y conferencias, principalmente en el campo de la dramaturgia y los procesos de creación. En 2021 impartió el curso “Dramaturgias do Hoje e do Amanhã” –Dramaturgias de Hoy y de Mañana–, en el que analizó las dramaturgias escenificadas por la Companhia Brasileira, tanto las escritas por él como las de otros autores.
Por la Companhia Brasileira ha firmado la autoría de los siguientes textos: Volta ao dia –Vuelta al día– (2002); Polifonias –Polifonías– (2006); O que eu gostaria de dizer –Lo que me gustaría decir– (2008); Vida (2010); Nus, ferozes e antropófagos –Desnudos, feroces y antropófagos– (2014); PROJETO bRASIL –PROYECTO bRASIL– (2015); PRETO (2017); Sem palavras –Sin palabras– (2021). Es importante señalar que la mayoría de estas obras fueron creadas en colaboración con otros artistas, entre los cuales destacamos Nadja Naira, Grace Passô, Giovana Soar, entre otros. Fuera de la compañía, firmó las dramaturgias Nós –Nosotros– (2016) y Outros –Otros– (2018), obras construidas para y con el Grupo Galpão; Maré –Marea– (2015), invitada por el Grupo Espanca!; Nômades –Nómadas– (2014), para las actrices Mariana Lima, Andréa Beltrão y Malu Galli; entre otras.
La producción y creación de los textos de Marcio se adhiere a la noción de colectividad que surge del hacer teatral. El dramaturgo, en la mayoría de sus textos, plantea una energía catalizadora de la creación. La escritura se basa en el diálogo con otros artistas. No por coincidencia la definición de guion es común para indicar la forma de organización de las acciones creadas por Marcio en el espacio de la colectividad. Aunque mantiene una colaboración longeva con Nadja Naira y Giovana Soar, sus creaciones dialogan con diversos artistas de todo el país y del mundo.
Marcio explica en la presentación de la publicación Maré y PROJETO bRASIL, publicada por la editorial Cobogó: “escribir, para mí, siempre ha sido una actividad estimulada por el teatro. Mis primeras palabras fueron objeto de oralidad. Mi entrada en el teatro, incluso como actor, siempre ha incluido la creación de la palabra escrita y su camino de encarnación, escucha y materialidad. La comprensión de la palabra como acción –en la medida en que desencadena movimientos, se despliega, reverbera y deja huellas– fundamenta, en cierto modo, las dramaturgias que escribo yo”.
Por otro lado, pensar la dramaturgia escrita por Marcio Abreu es sobre todo articular la construcción de una presencia. A partir de la elaboración o no de universos ficticios, la noción de lo real producida por los textos nos lanza directamente hacia el establecimiento de un aquí y ahora. La idea de performance, de retirada de la noción catártica de la ficción, se produce incluso cuando nos enfrentamos a una narrativa construida, a un personaje no real. La escritura de Marcio Abreu, incluso cuando recurre a universos fuera de la construcción real, nos invita a mirar el instante presente de la fruición. El lector/espectador nunca puede evadirse, escapar del embate con la obra: “en ambas obras [Maré y PROJETO bRASIL], hay una dimensión de diálogo con lo real, sin la ingenuidad ni la pretensión de reproducirlo. Hay un deseo de reinventar el mundo, o los mundos, a través de la lengua o de las lenguas, o incluso de lo que no cabe en ellas. Existe, por tanto, la palabra como potencia, como apertura de sentidos, pero también como insuficiencia, como intento”, dice Marcio.
Luciana Romagnolli, en su tesis de postgrado Convívio e presença como dramaturgia: a dimensão da materialidade e do encontro nas criações da Companhia Brasileira de Teatro –Convivio y presencia como dramaturgia: la dimensión de la materialidad y del encuentro en las creaciones de la Companhia Brasileira de Teatro–, al escribir sobre presencia y convivio en las obras de la Companhia Brasileira de Teatro, aborda cómo el evento teatral y un pensamiento sobre el espectador son aspectos importantes para los espectáculos del grupo. Romagnolli señala una dramaturgia del acontecimiento, en la que el público se sitúa siempre como parte integrante de la obra. No por acaso encontramos en varios textos una invitación a la participación del espectador, ya sea con interacciones físicas o incluso con un préstamo de la escucha, una apelación a compartir las palabras.
Por último, queremos reivindicar la característica extremadamente actual de las obras de Marcio. Más allá de tematizar cuestiones que rodean el presente de la sociedad, de los pensamientos sobre el ser humano y el mundo, la escritura de Marcio Abreu presenta la contradicción que estos mismos temas, tan contemporáneos, despiertan: las discusiones sobre raza y género, las ideas sobre un cierto Brasil, las cuestiones sociales que desbordan el día a día de nuestra realidad. Marcio no se desvía de estos asuntos tan urgentes de nuestro tiempo, pero al mismo tiempo los discute de tal manera que amplía la visión de su propia condición, el contrasentido, la ambigüedad a la que los acontecimientos nos arrojan a nosotros. En este sentido, el uso de la palabra se sitúa como un acto de habla, con la dimensión pública de la oralidad. No se trata de retratar o representar un tema, una cuestión, sino de problematizarlo y elevarlo a su dimensión política.
(Lígia Souza Oliveira)