cristina mato grosso

Campo Grande - MS

Fragmento Teatral

CUADRO 3

En el autobús. Llegando a Campo Grande.

MOTORISTA –Pasajeros, la última parada antes de la estación de autobuses es en el cementerio de Santo Antonio.

CRISTINA –Dios mío... me siento tan extraña, tan rara... ya estamos llegando y tengo un sueño... Ay, qué sueño... (se levanta de su asiento con una expresión extraña, como si estuviera en estado sonámbulo. Mirando por la ventanilla) ¡Dios mío! ¡Hemos llegado a la última parada, todo el mundo se está bajando! (mira, asustada, a su alrededor) ¿Por qué se han bajado todos? ¡Estoy sola! ¿Por qué soy la única que se baja en la estación de autobuses? ¡Qué raro! Mejor que me quede aquí en el cementerio también. Es más seguro, al menos no estaré sola. (Glauce Rocha, la actriz sobre la que escribe Cristina, se sienta a su lado).

GLAUCE –¡Que no! Aquí nunca estarás sola. Cuanto más sola estés, más cerca estaré de ti, aunque te cueste percibirlo.

CRISTINA –¡Glauce Rocha!

GLAUCE –¡En carne y hueso! (al público) Quiero decir, en espíritu. ¿Cómo estás, Cristina?

CRISTINA –¿Por qué susurras así?

GLAUCE –Para no herir su sensibilidad teatral. Bienvenida, hay mucho trabajo por aquí.

CRISTINA –Vaya, ¿qué día es hoy?

GLAUCE –2 de enero de 1979.

CRISTINA –¡Es hoy! ¡La fiesta de inauguración de Mato Grosso do Sul! ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

GLAUCE –Desde que empezó en su primera obra.

CRISTINA –No recuerdo...

GLAUCE –Octubre... El 12 de octubre de 1971...

CRISTINA –...cuando tú moriste.

GLAUCE –No. Cuando naciste... en el arte.

CRISTINA –Es curioso que me hables así, es como si estuviéramos en un mundo surrealista...

GLAUCE (al público) Y dale surrealismo... Que digan los políticos y los militares...

CRISTINA –(ajena y atónita) ... donde no importa quién esté vivo...

GLAUCE(de nuevo, aparte e irónica, al público) ¡No, realmente no importa!

CRISTINA(todavía soñadora, ajena a los comentarios de Glauce) ... que está muerto, donde algo está siempre vivo, el flujo continuo, el trabajo, ¡el sentido de la vida! ¡La vida! (mira la ciudad a través de la ventana, completamente en trance).

GLAUCE(de nuevo, al público) Xiii... ahora me robó el pensamiento. Peor aún, se anticipó, ya que esto es exactamente lo que le voy a decir, cuando visite mi tumba, dentro de unos años, en su primera decepción amorosa, para buscar el sentido de la vida en el trabajo...

CRISTINA –¿Qué has dicho, Glauce?

GLAUCE –Nada, estabas hablando de la vida...

CRISTINA –¡Oh, eso es! Como un hilo de luz que se escapa de todo, de la materia, del simple pensamiento. Quiero ser simple y mezclarme con la tierra un día, en paz. Como una luz...

GLAUCE(al público) ¡Ahora sí me plagió!

CRISTINA(inmersa en el efecto de sus propias frases) Pero esta no soy yo, yo no he dicho eso, lo has dicho tú.

GLAUCE(burlándose, hacia el público) Al menos fue sincera.

CRISTINA –Aldomar Conrado hablaba tanto de ti en el aula de Fefierj, ¡que hasta memoricé tus frases!

GLAUCE (dirigiéndose a la joven actriz) ¿Pero qué importa? ¡Si la esencia de lo que digo, o de lo que dices, contribuye a evitar catástrofes o a transformar algo! Promover lo nuevo, lo bello, la búsqueda del equilibrio, ¡eso es lo que cuenta! Sea yo, sea tú, ya no importa. Lo que importa es lo que queda. Lo que queda y lo que permanece y continuará. Sí, querida joven colega, somos partículas aisladas en el universo, pero no estamos condenadas al aislamiento, como pensabas antes, cuando eras aún más joven que hoy. Somos partículas que forman estrellas, constelaciones, galaxias, ¡y lo que importa es la vida eterna en el alma del artista!

(Fragmento de O ensaio de Glauce Rocha –El ensayo de Glauce Rocha–)


Cristina Mato Grosso es escritora, actriz, directora y profesora de teatro.

escucha la entrevista:

Apresentação Critica

Dama del teatro de Mato Grosso do Sul, así es como el estado se refiere a la dramaturga, actriz y directora de teatro Cristina Mato Grosso. Una de las fundadoras del Instituto de Educación y Cultura Conceição Freitas (INECON), como desdoblamiento del Grupo de Teatro Amador Campo-Grandense (GUTAC), que también dirigió con un trabajo sólido de teatro militante, sobre todo en los años 70, una época marcada por un cierto idealismo social y una búsqueda del retrato de la sociedad y sus males en un intento de no separar estética y política. Y, también, para resistir el régimen de excepción, la censura.

El proyecto GUTAC comenzó su andadura en la misma época en la que se inició el trabajo del Teatro Ventoforte, en mayo de 1974, bajo la orientación del dramaturgo argentino radicado en Brasil, Ilo Krugli, acompañado por el pensamiento de un teatro comprometido con un fuerte deseo de transformación de la sociedad. Teatro de marionetas. Teatro de sombras. Teatro de manipulación. Títeres. Folclore. Artistas que dibujaron diálogos estéticos, políticos y sociales por todo el país. Fue a través de esta red que Cristina Mato Grosso expandió sus creaciones (que trataban temas regionales, de un Mato Grosso anterior a la división) a todo el territorio nacional. Su primera aparición en el circuito nacional estuvo marcada por la obra Foi no belo Sul Mato Grosso –Fue en el hermoso sur de Mato Grosso–, 1979; posteriormente, en 2003, recibió el Premio Fundación Nacional de las Artes (Funarte) de Dramaturgia, región Centro-Oeste, por su obra Balada de amor no sertão [nota de traducción: Titiritero argentino. Instalado en Brasil desde 1961. En 1996, junto con Pedro Turón Domínguez inauguró el Teatro de fantoches y títeres Carlos Werneck de Carvalho. Krugli concibió dicho teatro previendo un escenario adaptable para diferentes técnicas de manipulación. En la década de 1960, se unió al artista plástico y poeta Augusto Rodrigues (1913-1993), creador de la Pequeña Escuela de arte de Brasil, donde impartió clases durante once años. En aquel entonces nació A história do barquinho –La historia del barquito–, uno de sus espectáculos más gratificantes y que aún se representa hoy en día. Su innovadora concepción del títere y de este arte como herramienta pedagógica se encuentra en la base de su trabajo. El teatro y la compañía Ventoforte emprendió un trabajo de investigación sobre el lenguaje escénico dirigido al público adulto e infantil. Su repertorio mezcla siempre actores, música, danza, títeres y objetos].

Además de Ilo Krugli, Cristina no deja de lado su gran inspiración e influencia en el teatro de Gil Vicente. Este es, incluso, el nombre que figura en la lámina que da nombre a la sala de teatro que tiene en el patio de su casa, que ha sido el escenario de los proyectos de su grupo y de varios colaboradores. Al igual que en el teatro de Gil Vicente, Cristina lleva a la escena los problemas sociales de la región de forma sencilla y objetiva, la cultura popular, la poesía folclórica, los elementos alegóricos y místicos. En este sentido, esta propuesta de dramaturgia con lo popular puede tener una dimensión polisémica, alcanzando muchos niveles de significación. Y el lenguaje puede operar como una herramienta para entender los procesos sociales, porque lo popular le habla a diferentes y muchos públicos. Sus textos llevan esta característica que aparece en los diálogos siempre en un tono coloquial [nota de traducción: Gil Vicente (1465-1536?) fue el primer gran dramaturgo portugués y poeta de renombre. Es considerado frecuentemente, de una forma general, el padre del teatro portugués y también del teatro español, ya que escribió en castellano, y compartió las orígenes de la dramaturgia española con Juan del Encina. La obra vicentina se considera reflejo del cambio de los tiempos y el paso de la Edad Media al Renacimiento, un balance de una época en la que las jerarquías y el orden social eran regidos por reglas inflexibles, hacia una nueva sociedad donde se comienza (muy vagamente, claro, y apenas en su vertiente teatral) a subvertir el orden instituido. Fue, de hecho, el principal representante de la literatura renacentista portuguesa, anterior a Camoens, e incorporó elementos populares en su escritura, que a su vez influyó en la cultura popular portuguesa].

En 2014, publicó una colección de dos volúmenes con las dramaturgias O ensaio de Glauce Rocha –El ensayo de Glauce Rocha–; O mistério das Marias –El misterio de las Marías–; As cores das pedras –Los colores de las piedras–; David; y Como pegar um pato, ensopando um pombo –Cómo atrapar un pato empapando una paloma–. 

También publicó el volumen titulado Teatro brasileiro contemporâneo: linguagem e militância. Estudo da dramaturgia e encenação de três grupos engajados no processo de educação social –Teatro brasileño contemporáneo: lenguaje y militancia. Un estudio sobre la dramaturgia y la puesta en escena de tres grupos comprometidos con el proceso de educación social–, que es el resultado de su investigación doctoral en la Escuela de Comunicación y Artes de la Universidad de São Paulo (ECA-USP), en la que hace una interlocución de la actuación de su grupo GUTAC con Ventoforte y Teatro União e Olho Vivo (TUOV).

En los 44 años de Mato Grosso do Sul, e incluso antes, cuando todo era un único territorio bajo el nombre de Mato Grosso, nunca ha habido una práctica perdurable de publicar obras dramatúrgicas. Muchas de las obras de Cristina no se publicaron, si no es a través de sus propias iniciativas en publicaciones independientes. Sus dramaturgias fueron puestas en escena por su grupo y compartidas en proyectos de arte y educación (otra vertiente importante de su trabajo). Así, esta publicación de 2014 refuerza este vacío editorial en el estado, que, de alguna manera, también reflexiona sobre las dimensiones de construcción y reconocimiento de una identidad regional, uno de los temas por los que Cristina siempre ha militado.

En una de sus últimas dramaturgias, O ensaio de Glauce Rocha –El ensayo de Glauce Rocha–, Cristina promueve un encuentro de sus referencias: Gil Vicente, Leila Diniz, Carmen Miranda, Liza Minelli, Antonio Abujamra y Glauce Rocha (quien fue su conterránea, de una generación anterior). Y, más que eso: ampliando las nociones de tiempo y espacio, mezcla partes de su historia (como si reflexionara sobre cómo llegó hasta aquí) con la trayectoria de la actriz Glauce Rocha y las angustias de hacer teatro, las políticas públicas culturales en el país y el sentimiento de no reconocimiento del oficio de los artistas en el estado de Mato Grosso do Sul. Una especie de barroco medieval, que une lo regional, lo nacional y lo universal, como ella misma define en la sinopsis de la obra.

En la actualidad, a los 70 años, Cristina Mato Grosso se dedica a la escritura de una novela, aún inacabada, pero siempre con el deseo, lo antes posible, de retomar y seguir su actuación en los procesos de escritura dramatúrgica y en la puesta en escena de sus obras, persistiendo en la (re)existencia de la identidad y la historia del teatro del Sur de Mato Grosso.

(Carin Louro)


Cristina Mato Grosso es escritora, actriz, directora y profesora de teatro.

Dama del teatro de Mato Grosso do Sul, así es como el estado se refiere a la dramaturga, actriz y directora de teatro Cristina Mato Grosso. Una de las fundadoras del Instituto de Educación y Cultura Conceição Freitas (INECON), como desdoblamiento del Grupo de Teatro Amador Campo-Grandense (GUTAC), que también dirigió con un trabajo sólido de teatro militante, sobre todo en los años 70, una época marcada por un cierto idealismo social y una búsqueda del retrato de la sociedad y sus males en un intento de no separar estética y política. Y, también, para resistir el régimen de excepción, la censura.

El proyecto GUTAC comenzó su andadura en la misma época en la que se inició el trabajo del Teatro Ventoforte, en mayo de 1974, bajo la orientación del dramaturgo argentino radicado en Brasil, Ilo Krugli, acompañado por el pensamiento de un teatro comprometido con un fuerte deseo de transformación de la sociedad. Teatro de marionetas. Teatro de sombras. Teatro de manipulación. Títeres. Folclore. Artistas que dibujaron diálogos estéticos, políticos y sociales por todo el país. Fue a través de esta red que Cristina Mato Grosso expandió sus creaciones (que trataban temas regionales, de un Mato Grosso anterior a la división) a todo el territorio nacional. Su primera aparición en el circuito nacional estuvo marcada por la obra Foi no belo Sul Mato Grosso –Fue en el hermoso sur de Mato Grosso–, 1979; posteriormente, en 2003, recibió el Premio Fundación Nacional de las Artes (Funarte) de Dramaturgia, región Centro-Oeste, por su obra Balada de amor no sertão [nota de traducción: Titiritero argentino. Instalado en Brasil desde 1961. En 1996, junto con Pedro Turón Domínguez inauguró el Teatro de fantoches y títeres Carlos Werneck de Carvalho. Krugli concibió dicho teatro previendo un escenario adaptable para diferentes técnicas de manipulación. En la década de 1960, se unió al artista plástico y poeta Augusto Rodrigues (1913-1993), creador de la Pequeña Escuela de arte de Brasil, donde impartió clases durante once años. En aquel entonces nació A história do barquinho –La historia del barquito–, uno de sus espectáculos más gratificantes y que aún se representa hoy en día. Su innovadora concepción del títere y de este arte como herramienta pedagógica se encuentra en la base de su trabajo. El teatro y la compañía Ventoforte emprendió un trabajo de investigación sobre el lenguaje escénico dirigido al público adulto e infantil. Su repertorio mezcla siempre actores, música, danza, títeres y objetos].

Además de Ilo Krugli, Cristina no deja de lado su gran inspiración e influencia en el teatro de Gil Vicente. Este es, incluso, el nombre que figura en la lámina que da nombre a la sala de teatro que tiene en el patio de su casa, que ha sido el escenario de los proyectos de su grupo y de varios colaboradores. Al igual que en el teatro de Gil Vicente, Cristina lleva a la escena los problemas sociales de la región de forma sencilla y objetiva, la cultura popular, la poesía folclórica, los elementos alegóricos y místicos. En este sentido, esta propuesta de dramaturgia con lo popular puede tener una dimensión polisémica, alcanzando muchos niveles de significación. Y el lenguaje puede operar como una herramienta para entender los procesos sociales, porque lo popular le habla a diferentes y muchos públicos. Sus textos llevan esta característica que aparece en los diálogos siempre en un tono coloquial [nota de traducción: Gil Vicente (1465-1536?) fue el primer gran dramaturgo portugués y poeta de renombre. Es considerado frecuentemente, de una forma general, el padre del teatro portugués y también del teatro español, ya que escribió en castellano, y compartió las orígenes de la dramaturgia española con Juan del Encina. La obra vicentina se considera reflejo del cambio de los tiempos y el paso de la Edad Media al Renacimiento, un balance de una época en la que las jerarquías y el orden social eran regidos por reglas inflexibles, hacia una nueva sociedad donde se comienza (muy vagamente, claro, y apenas en su vertiente teatral) a subvertir el orden instituido. Fue, de hecho, el principal representante de la literatura renacentista portuguesa, anterior a Camoens, e incorporó elementos populares en su escritura, que a su vez influyó en la cultura popular portuguesa].

En 2014, publicó una colección de dos volúmenes con las dramaturgias O ensaio de Glauce Rocha –El ensayo de Glauce Rocha–; O mistério das Marias –El misterio de las Marías–; As cores das pedras –Los colores de las piedras–; David; y Como pegar um pato, ensopando um pombo –Cómo atrapar un pato empapando una paloma–. 

También publicó el volumen titulado Teatro brasileiro contemporâneo: linguagem e militância. Estudo da dramaturgia e encenação de três grupos engajados no processo de educação social –Teatro brasileño contemporáneo: lenguaje y militancia. Un estudio sobre la dramaturgia y la puesta en escena de tres grupos comprometidos con el proceso de educación social–, que es el resultado de su investigación doctoral en la Escuela de Comunicación y Artes de la Universidad de São Paulo (ECA-USP), en la que hace una interlocución de la actuación de su grupo GUTAC con Ventoforte y Teatro União e Olho Vivo (TUOV).

En los 44 años de Mato Grosso do Sul, e incluso antes, cuando todo era un único territorio bajo el nombre de Mato Grosso, nunca ha habido una práctica perdurable de publicar obras dramatúrgicas. Muchas de las obras de Cristina no se publicaron, si no es a través de sus propias iniciativas en publicaciones independientes. Sus dramaturgias fueron puestas en escena por su grupo y compartidas en proyectos de arte y educación (otra vertiente importante de su trabajo). Así, esta publicación de 2014 refuerza este vacío editorial en el estado, que, de alguna manera, también reflexiona sobre las dimensiones de construcción y reconocimiento de una identidad regional, uno de los temas por los que Cristina siempre ha militado.

En una de sus últimas dramaturgias, O ensaio de Glauce Rocha –El ensayo de Glauce Rocha–, Cristina promueve un encuentro de sus referencias: Gil Vicente, Leila Diniz, Carmen Miranda, Liza Minelli, Antonio Abujamra y Glauce Rocha (quien fue su conterránea, de una generación anterior). Y, más que eso: ampliando las nociones de tiempo y espacio, mezcla partes de su historia (como si reflexionara sobre cómo llegó hasta aquí) con la trayectoria de la actriz Glauce Rocha y las angustias de hacer teatro, las políticas públicas culturales en el país y el sentimiento de no reconocimiento del oficio de los artistas en el estado de Mato Grosso do Sul. Una especie de barroco medieval, que une lo regional, lo nacional y lo universal, como ella misma define en la sinopsis de la obra.

En la actualidad, a los 70 años, Cristina Mato Grosso se dedica a la escritura de una novela, aún inacabada, pero siempre con el deseo, lo antes posible, de retomar y seguir su actuación en los procesos de escritura dramatúrgica y en la puesta en escena de sus obras, persistiendo en la (re)existencia de la identidad y la historia del teatro del Sur de Mato Grosso.

(Carin Louro)


CUADRO 3

En el autobús. Llegando a Campo Grande.

MOTORISTA –Pasajeros, la última parada antes de la estación de autobuses es en el cementerio de Santo Antonio.

CRISTINA –Dios mío... me siento tan extraña, tan rara... ya estamos llegando y tengo un sueño... Ay, qué sueño... (se levanta de su asiento con una expresión extraña, como si estuviera en estado sonámbulo. Mirando por la ventanilla) ¡Dios mío! ¡Hemos llegado a la última parada, todo el mundo se está bajando! (mira, asustada, a su alrededor) ¿Por qué se han bajado todos? ¡Estoy sola! ¿Por qué soy la única que se baja en la estación de autobuses? ¡Qué raro! Mejor que me quede aquí en el cementerio también. Es más seguro, al menos no estaré sola. (Glauce Rocha, la actriz sobre la que escribe Cristina, se sienta a su lado).

GLAUCE –¡Que no! Aquí nunca estarás sola. Cuanto más sola estés, más cerca estaré de ti, aunque te cueste percibirlo.

CRISTINA –¡Glauce Rocha!

GLAUCE –¡En carne y hueso! (al público) Quiero decir, en espíritu. ¿Cómo estás, Cristina?

CRISTINA –¿Por qué susurras así?

GLAUCE –Para no herir su sensibilidad teatral. Bienvenida, hay mucho trabajo por aquí.

CRISTINA –Vaya, ¿qué día es hoy?

GLAUCE –2 de enero de 1979.

CRISTINA –¡Es hoy! ¡La fiesta de inauguración de Mato Grosso do Sul! ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

GLAUCE –Desde que empezó en su primera obra.

CRISTINA –No recuerdo...

GLAUCE –Octubre... El 12 de octubre de 1971...

CRISTINA –...cuando tú moriste.

GLAUCE –No. Cuando naciste... en el arte.

CRISTINA –Es curioso que me hables así, es como si estuviéramos en un mundo surrealista...

GLAUCE (al público) Y dale surrealismo... Que digan los políticos y los militares...

CRISTINA –(ajena y atónita) ... donde no importa quién esté vivo...

GLAUCE(de nuevo, aparte e irónica, al público) ¡No, realmente no importa!

CRISTINA(todavía soñadora, ajena a los comentarios de Glauce) ... que está muerto, donde algo está siempre vivo, el flujo continuo, el trabajo, ¡el sentido de la vida! ¡La vida! (mira la ciudad a través de la ventana, completamente en trance).

GLAUCE(de nuevo, al público) Xiii... ahora me robó el pensamiento. Peor aún, se anticipó, ya que esto es exactamente lo que le voy a decir, cuando visite mi tumba, dentro de unos años, en su primera decepción amorosa, para buscar el sentido de la vida en el trabajo...

CRISTINA –¿Qué has dicho, Glauce?

GLAUCE –Nada, estabas hablando de la vida...

CRISTINA –¡Oh, eso es! Como un hilo de luz que se escapa de todo, de la materia, del simple pensamiento. Quiero ser simple y mezclarme con la tierra un día, en paz. Como una luz...

GLAUCE(al público) ¡Ahora sí me plagió!

CRISTINA(inmersa en el efecto de sus propias frases) Pero esta no soy yo, yo no he dicho eso, lo has dicho tú.

GLAUCE(burlándose, hacia el público) Al menos fue sincera.

CRISTINA –Aldomar Conrado hablaba tanto de ti en el aula de Fefierj, ¡que hasta memoricé tus frases!

GLAUCE (dirigiéndose a la joven actriz) ¿Pero qué importa? ¡Si la esencia de lo que digo, o de lo que dices, contribuye a evitar catástrofes o a transformar algo! Promover lo nuevo, lo bello, la búsqueda del equilibrio, ¡eso es lo que cuenta! Sea yo, sea tú, ya no importa. Lo que importa es lo que queda. Lo que queda y lo que permanece y continuará. Sí, querida joven colega, somos partículas aisladas en el universo, pero no estamos condenadas al aislamiento, como pensabas antes, cuando eras aún más joven que hoy. Somos partículas que forman estrellas, constelaciones, galaxias, ¡y lo que importa es la vida eterna en el alma del artista!

(Fragmento de O ensaio de Glauce Rocha –El ensayo de Glauce Rocha–)