ESCENA 01
Antonio deshaciendo la mesa del desayuno. Sin terminar de completamente de deshacer la mesa, Antonio se dirige a la mesa central del salón, observa un rato la partida en el tablero de ajedrez y hace una jugada. De repente, entra André, sobresaltado, viniendo de la puerta de la calle. André permanece en silencio, mirando a Antonio.
ANTONIO –¡Buenos días!
(Antônio vuelve a deshacer la mesa del desayuno. André permanece en silencio.)
ANTONIO –Vaya parranda, ¿eh?
(André recupera el aliento frente a la puerta de la calle. Antonio deja de deshacer la mesa del desayuno.)
ANTONIO –¿Qué pasa, primo?
ANDRÉ –(asustado) ¿A dónde vas, tan pronto?
ANTONIO –Me voy a mi curso. Hoy es el primer día del curso preparatorio para el Concurso del Diplomático Melanina Acentuada de Itamaraty. ¿Lo has olvidado? Mira el tablero, hice una jugada más. Antônio termina de deshacer la mesa y recoge su carpeta de estudio que estaba en el sofá del salón.
ANDRÉ –¡Ríndete, Antonio!
ANTONIO –(sorprendido) ¿Qué dices?
ANDRÉ –Olvídate de eso de salir de casa. No vamos a salir de casa, ¡nunca más!
ANTONIO –(recogiendo su carpeta de estudio y dirigiéndose a la puerta) Primo, no quiero llegar tarde a la primera clase. No puedo estar contigo ahora. ¿Quieres mi consejo? Bebe mucha agua, esta mareada, sea cual sea, pasará pronto.
ANDRÉ –(impidiendo que Antonio pase por la puerta de salida) No... No vas a ningún lado. A partir de hoy, no saldrás más de casa.
ANTONIO –¿Qué es eso, André? ¡Déjame salir! Tengo mi clase y te lo digo en serio. Que no tengo tiempo para tonterías.
ANTONIO –¡Antônio, no estoy de bromas!
ANTONIO –(empujando suavemente a André para que se aleje de la puerta y llevándolo hacia el sofá) ¡Primo, basta! Realmente creo que no deberías ir por ahí perdiendo tu tiempo y energía en juergas nocturnas. Gastando el poco dinero que ganas como asistente en ese cibercafé de la esquina en alcohol. El alcohol se evapora, André. Invierte tu dinero en cosas más concretas... más palpables. ¡Palpable, André! Como la facultad de Derecho, por ejemplo. ¡Tal vez sea por estas parrandas que tus mensualidades están completamente pendientes!
(Antonio va hacia la puerta.)
ANDRÉ –¡Hay una medida provisional!
(Antonio se detiene y desiste de irse. Pausa.)
ANTONIO –¿Cómo es?
ANDRÉ –¡Así es! Una medida provisional. ¡Ya no podemos salir de casa!
ANTONIO –¿Salir de dónde?
ANDRÉ –¡De casa! ¡Estamos encarcelados, Antonio!
ANTONIO –¿Estás loco?
ANDRÉ –¡No! (pone su boca en la cara de Antonio) ¡Ni siquiera bebí esta noche!
ANTONIO –¿Qué has hecho toda la noche?
ANDRÉ –¿Yo? ¡Me escapé! ¡Me escapé, primo! ¡Me escapé, me escapé!
ANTONIO –(Interrumpiendo) ¿De quién, joder?
ANDRÉ –¡De la policía!
(Fragmento de Namíbia, não! –Namibia, ¡no!–)