sophia william

Recife - PE

Fragmento Teatral

ESCENA 3: ESPEJO

Rosa y Sofía se encuentran en el centro del escenario, una frente a la otra, como un espejo, la creadora se encuentra con la criatura. Rosa se levanta de su silla hablando un texto sobre Sofía, las dos se encuentran en el centro y recitan un texto de Renna Costa.

Rosa: Sofía está hecha de belleza y del sentir, sus pasos ligeros y danzantes nos llevan por el camino de la resistencia, del afecto y del amor. Sofía, la niña robada, gira y nos deja sin aliento. La cajita de música se detiene para admirar. Las otras niñas, niñas-Sofía, ya no están allí. Sofía adorna su conciso cuerpo con las sedas más delicadas, pero se desnuda para respirar, para resistir y volver al revés su piel y la de todos los que aún están allí. Yo soy Sofía, todavía estoy aquí, ¿puedes verme?

Rosa y Sofía: Refleja
El complejo
Reflejo
De ser
Reverbero
Mi verso
En los sueños
Yo tener
Te reflejo en mí
Me veo en ti
Refugio, hogar
Tu pecho, camino
Mi historia rehacer
Sola estar
Y no contenerme
(Acoso)
La flecha que lleva
Mi malquerer.
Sola estar
Pero la certeza de tener
Los sueños robados
(También son los tuyos)
Deseos denegados
(También son los tuyos)
Actos silenciados
(También son los tuyas)

ESCENA 4: TESTIMONIOS

Rosa y Sofía caminan hacia sus espacios, al llegar al lugar, Sofía permanece de pie mientras se mueve al son de los movimientos de las mujeres trans y travestís. En este momento Rosa escribe en su diario. Sofía se cambia de ropa, se pone una falda y accesorios. Después se dirige hacia Rosa, tarareando.

Sofía: “Si esta calle, Si esta calle fuese mía / Yo mandaba, Yo mandaba enladrillar / Con piedritas, Con piedritas de brillante / Para mi, Para mi amor pasar”.
“Adelina de Jesús de golpe se cayó al suelo / Acudieron tres caballeros / Todos con el sombrero en la mano / El primero era su padre / El segundo su hermano / El tercero fue el que Adelina le dio la mano...”.

Sofía termina la escena recostando su cabeza en el regazo de Rosa. Rosa deja de hacer lo que está haciendo. Los dos terminan la escena escuchando los últimos testimonios.

(...)

ESCENA 6: REPORTAJE

Sonido de reportajes de travestís que han sido asesinadas son transmitidos en la radio encendida por Rosa, mientras Sofía se retuerce en su silla. Al final de los reportajes, se oyen los gritos de Sofía, y Rosa se levanta hablando un texto dirigido al público.

Sofía: ¡PAREN DE MATARNOS!

Rosa: ¿Te molesto? ¿Por qué me odias tanto? ¿Cuántos travestís conoces? ¿A cuántos quieres? ¿Besarías a un travestí? ¿Te besaría un travestí? Estoy cansada, pero mañana tengo que volver a hacerlo todo otra vez.

ESCENA 7: SUEÑOS Y CUERDAS

Sofía se levanta con una cuerda en las manos en forma de ramo. El ramo se va desenredando a medida que Sofía distribuye la cuerda entre el público, formando un gran entretejido.

Sofía: Estoy sola, bailando en una habitación blanca, con paredes completamente blancas. ¿Mi nombre? No lo sé. Pero de qué sirve un nombre si al final no somos más que un número, estampado en una lápida. Y si todos fuéramos uno solo, ¿qué nombre le pondríamos? ¿Mundo o Dios? Tengo un sueño, o tenía, ya no lo sé, soñaba que me sacaban a bailar, que iba a una fiesta y me sacaban a bailar como lo hacen con mis amigas. Quería que me notaran por las razones correctas y no por las “incorrectas”... ¿Y tú tienes un sueño? ¿Quieres contármelo? (Pregunta al público.) ¿Quién sabe un día? Tengo una pregunta: ¿Por qué matamos a nuestros dioses? Dandara, Soraya Oliveira, Letícia Costa, Dália Celeste, Pérola, Matheusa, Jesús, María y José, todos muertos por nuestras manos. 

Sofía se detiene en el centro de las cuerdas y baila su muerte.

Banda sonora: Daniela Vega (Ombra Mai Fu)

(Fragmento de Trans(Passar) –Trans(Pasar)–)



Sophia William es una artista múltiple, performer, entrenadora de actores y actrices, arte-educadora, productora cultural y guionista. Integrante y productora del Colectivo de Danza-Teatro Agridoce –Agridulce–.

escucha la entrevista:

Apresentação Critica

En el espectáculo Trans(Passar) –Trans(Pasar)–, del Colectivo de Danza-Teatro Agridoce, de Recife, estrenado en 2019, Sophia Williams entra en escena e inmediatamente se dirige al público. Se acerca a las personas y les hace una pregunta directa, una pregunta que impregna las experiencias de los cuerpos trans y travestís en la vida cotidiana: “¿Quieres un trozo de mí?”. Las personas se quedan confundidas, sin saber exactamente cómo reaccionar, algunas dicen que no, otras responden afirmativamente y reciben fragmentos de un poema escrito por Aurora Jamelo, actriz que también está en la escena como parte del espectáculo.

El Colectivo de Danza-Teatro Agridoce cuenta con tres mujeres trans en su formación: Sophia Williams, Aurora Jamelo y Jorja Moura. Además de ser actrices, también asumen las funciones de directoras, dramaturgas y guionistas. Dependiendo del proyecto, se turnan o trabajan en colaboración, ya sea en la dramaturgia o en la dirección.

Las cuestiones de género y raza (Williams y Jamelo son mujeres negras) se entrecruzan en las dramaturgias de la compañía, atravesadas por contenidos autobiográficos y documentales. Vivencias de las propias artistas, historias reales, noticias de la prensa y datos estadísticos se mezclan en la creación dramatúrgica.

Una de las propuestas del grupo es construir narrativas de autor sobre personas trans y travestís, colaborando a descentralizar las imágenes estereotipadas. Las artistas se apoderan de sus propias historias para friccionar la idea del cuerpo trans y travestí como un cuerpo abyecto, que no merece dignidad, respeto, afecto. Hay siempre un intento de acercar el espectador al personaje, humanizar sus conflictos y establecer una relación empática. En otras situaciones, sin embargo, la opción es devolver las agresiones en el ámbito simbólico y estético.

Desde la creación de la compañía, en 2019, ya existía un interés por las experimentaciones en diferentes formatos, por las narrativas que se pueden transformar y adaptar en función del soporte. Pero la pandemia de Covid-19, como ha ocurrido con tantos grupos del país, ha acentuado esta característica multimedia del colectivo. A menudo, de forma intencionada, las creaciones pueden ser difíciles de clasificar, porque transitan por las fronteras de los lenguajes, borrando las delimitaciones estancadas.

La primera versión del texto de la pieza Trans(Passar), por ejemplo, fue creada para la escena italiana por Sophia Williams durante los últimos meses de su licenciatura en Danza en la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE). En esta versión ya existía incluso una respuesta a la violencia que, según la artista, sufrió en el ámbito de la propia universidad y en el mundo del arte, por parte de profesores de danza y directores de teatro con los que tuvo contacto, que no aceptaban el cuerpo trans de la actriz. El encuentro con Aurora Jamelo trajo consigo modificaciones en el texto inicial, así como las presentaciones de la primera temporada, que tuvieron lugar en el Teatro Hermilo Borba Filho, un teatro gestionado por el Ayuntamiento de Recife.

El texto mezcla géneros, incorporando, por ejemplo, poesía a la narración dramática, así como testimonios de mujeres transexuales y travestís y material periodístico sobre asesinatos de travestís. La dramaturgia escrita también está impregnada de visualidad, que aparece en las descripciones de las distintas escenas, ofreciendo al lector una dimensión más precisa del espectáculo en escena. En una de estas escenas, por ejemplo, Sophia lleva una cuerda en forma de ramo y deshace este arreglo entregando la cuerda al público, formando un entretejido. El texto recuerda a las personas trans y travestís asesinadas violentamente. “Tengo una pregunta: ¿por qué matamos a nuestros dioses? Dandara, Soraya Oliveira, Letícia Costa, Dália Celeste, Pérola, Matheusa, Jesús, María y José, todos muertos por nuestras manos”.

Trans(Passar) fue adaptado para el formato audiovisual y forma parte del vídeo Incendiárias, filhas do fogo –Incendiarias, hijas del fuego–, dirigido y guionizado por Aurora Jamelo y Sophia Williams. La obra es un manifiesto contra la violencia, motivado más directamente por el asesinato de cinco mujeres trans y travestís en Pernambuco entre junio y julio de 2021, una de estas mujeres que fue quemada viva. En el escenario, 13 mujeres trans hacen reverencia a la ancestralidad trans, la trancestralidad, recordando a mujeres como Xica Manicongo, la primera mujer trans brasileña, asesinada en el Brasil colonial, y Gisberta Salce Júnior, travesti brasileña asesinada en Portugal en 2006.

Uno de los textos inéditos de Sophia Williams es O outro que não era eu... –El otro que no era yo…–, que aún debe recibir la colaboración dramatúrgica de Aurora Jamelo y Jorja Moura durante el proceso de escenificación. El texto cuestiona las normas heteronormativas y los prejuicios, incluso en las relaciones homosexuales, a partir de la transición de Omar a Cecília y su relación con un hombre blanco gay, Evandro. Las situaciones cotidianas que se desvelan en el texto muestran la transfobia y las dificultades a las que se enfrenta el personaje.

(Pollyanna Diniz)



Sophia William es una artista múltiple, performer, entrenadora de actores y actrices, arte-educadora, productora cultural y guionista. Integrante y productora del Colectivo de Danza-Teatro Agridoce –Agridulce–.

En el espectáculo Trans(Passar) –Trans(Pasar)–, del Colectivo de Danza-Teatro Agridoce, de Recife, estrenado en 2019, Sophia Williams entra en escena e inmediatamente se dirige al público. Se acerca a las personas y les hace una pregunta directa, una pregunta que impregna las experiencias de los cuerpos trans y travestís en la vida cotidiana: “¿Quieres un trozo de mí?”. Las personas se quedan confundidas, sin saber exactamente cómo reaccionar, algunas dicen que no, otras responden afirmativamente y reciben fragmentos de un poema escrito por Aurora Jamelo, actriz que también está en la escena como parte del espectáculo.

El Colectivo de Danza-Teatro Agridoce cuenta con tres mujeres trans en su formación: Sophia Williams, Aurora Jamelo y Jorja Moura. Además de ser actrices, también asumen las funciones de directoras, dramaturgas y guionistas. Dependiendo del proyecto, se turnan o trabajan en colaboración, ya sea en la dramaturgia o en la dirección.

Las cuestiones de género y raza (Williams y Jamelo son mujeres negras) se entrecruzan en las dramaturgias de la compañía, atravesadas por contenidos autobiográficos y documentales. Vivencias de las propias artistas, historias reales, noticias de la prensa y datos estadísticos se mezclan en la creación dramatúrgica.

Una de las propuestas del grupo es construir narrativas de autor sobre personas trans y travestís, colaborando a descentralizar las imágenes estereotipadas. Las artistas se apoderan de sus propias historias para friccionar la idea del cuerpo trans y travestí como un cuerpo abyecto, que no merece dignidad, respeto, afecto. Hay siempre un intento de acercar el espectador al personaje, humanizar sus conflictos y establecer una relación empática. En otras situaciones, sin embargo, la opción es devolver las agresiones en el ámbito simbólico y estético.

Desde la creación de la compañía, en 2019, ya existía un interés por las experimentaciones en diferentes formatos, por las narrativas que se pueden transformar y adaptar en función del soporte. Pero la pandemia de Covid-19, como ha ocurrido con tantos grupos del país, ha acentuado esta característica multimedia del colectivo. A menudo, de forma intencionada, las creaciones pueden ser difíciles de clasificar, porque transitan por las fronteras de los lenguajes, borrando las delimitaciones estancadas.

La primera versión del texto de la pieza Trans(Passar), por ejemplo, fue creada para la escena italiana por Sophia Williams durante los últimos meses de su licenciatura en Danza en la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE). En esta versión ya existía incluso una respuesta a la violencia que, según la artista, sufrió en el ámbito de la propia universidad y en el mundo del arte, por parte de profesores de danza y directores de teatro con los que tuvo contacto, que no aceptaban el cuerpo trans de la actriz. El encuentro con Aurora Jamelo trajo consigo modificaciones en el texto inicial, así como las presentaciones de la primera temporada, que tuvieron lugar en el Teatro Hermilo Borba Filho, un teatro gestionado por el Ayuntamiento de Recife.

El texto mezcla géneros, incorporando, por ejemplo, poesía a la narración dramática, así como testimonios de mujeres transexuales y travestís y material periodístico sobre asesinatos de travestís. La dramaturgia escrita también está impregnada de visualidad, que aparece en las descripciones de las distintas escenas, ofreciendo al lector una dimensión más precisa del espectáculo en escena. En una de estas escenas, por ejemplo, Sophia lleva una cuerda en forma de ramo y deshace este arreglo entregando la cuerda al público, formando un entretejido. El texto recuerda a las personas trans y travestís asesinadas violentamente. “Tengo una pregunta: ¿por qué matamos a nuestros dioses? Dandara, Soraya Oliveira, Letícia Costa, Dália Celeste, Pérola, Matheusa, Jesús, María y José, todos muertos por nuestras manos”.

Trans(Passar) fue adaptado para el formato audiovisual y forma parte del vídeo Incendiárias, filhas do fogo –Incendiarias, hijas del fuego–, dirigido y guionizado por Aurora Jamelo y Sophia Williams. La obra es un manifiesto contra la violencia, motivado más directamente por el asesinato de cinco mujeres trans y travestís en Pernambuco entre junio y julio de 2021, una de estas mujeres que fue quemada viva. En el escenario, 13 mujeres trans hacen reverencia a la ancestralidad trans, la trancestralidad, recordando a mujeres como Xica Manicongo, la primera mujer trans brasileña, asesinada en el Brasil colonial, y Gisberta Salce Júnior, travesti brasileña asesinada en Portugal en 2006.

Uno de los textos inéditos de Sophia Williams es O outro que não era eu... –El otro que no era yo…–, que aún debe recibir la colaboración dramatúrgica de Aurora Jamelo y Jorja Moura durante el proceso de escenificación. El texto cuestiona las normas heteronormativas y los prejuicios, incluso en las relaciones homosexuales, a partir de la transición de Omar a Cecília y su relación con un hombre blanco gay, Evandro. Las situaciones cotidianas que se desvelan en el texto muestran la transfobia y las dificultades a las que se enfrenta el personaje.

(Pollyanna Diniz)



ESCENA 3: ESPEJO

Rosa y Sofía se encuentran en el centro del escenario, una frente a la otra, como un espejo, la creadora se encuentra con la criatura. Rosa se levanta de su silla hablando un texto sobre Sofía, las dos se encuentran en el centro y recitan un texto de Renna Costa.

Rosa: Sofía está hecha de belleza y del sentir, sus pasos ligeros y danzantes nos llevan por el camino de la resistencia, del afecto y del amor. Sofía, la niña robada, gira y nos deja sin aliento. La cajita de música se detiene para admirar. Las otras niñas, niñas-Sofía, ya no están allí. Sofía adorna su conciso cuerpo con las sedas más delicadas, pero se desnuda para respirar, para resistir y volver al revés su piel y la de todos los que aún están allí. Yo soy Sofía, todavía estoy aquí, ¿puedes verme?

Rosa y Sofía: Refleja
El complejo
Reflejo
De ser
Reverbero
Mi verso
En los sueños
Yo tener
Te reflejo en mí
Me veo en ti
Refugio, hogar
Tu pecho, camino
Mi historia rehacer
Sola estar
Y no contenerme
(Acoso)
La flecha que lleva
Mi malquerer.
Sola estar
Pero la certeza de tener
Los sueños robados
(También son los tuyos)
Deseos denegados
(También son los tuyos)
Actos silenciados
(También son los tuyas)

ESCENA 4: TESTIMONIOS

Rosa y Sofía caminan hacia sus espacios, al llegar al lugar, Sofía permanece de pie mientras se mueve al son de los movimientos de las mujeres trans y travestís. En este momento Rosa escribe en su diario. Sofía se cambia de ropa, se pone una falda y accesorios. Después se dirige hacia Rosa, tarareando.

Sofía: “Si esta calle, Si esta calle fuese mía / Yo mandaba, Yo mandaba enladrillar / Con piedritas, Con piedritas de brillante / Para mi, Para mi amor pasar”.
“Adelina de Jesús de golpe se cayó al suelo / Acudieron tres caballeros / Todos con el sombrero en la mano / El primero era su padre / El segundo su hermano / El tercero fue el que Adelina le dio la mano...”.

Sofía termina la escena recostando su cabeza en el regazo de Rosa. Rosa deja de hacer lo que está haciendo. Los dos terminan la escena escuchando los últimos testimonios.

(...)

ESCENA 6: REPORTAJE

Sonido de reportajes de travestís que han sido asesinadas son transmitidos en la radio encendida por Rosa, mientras Sofía se retuerce en su silla. Al final de los reportajes, se oyen los gritos de Sofía, y Rosa se levanta hablando un texto dirigido al público.

Sofía: ¡PAREN DE MATARNOS!

Rosa: ¿Te molesto? ¿Por qué me odias tanto? ¿Cuántos travestís conoces? ¿A cuántos quieres? ¿Besarías a un travestí? ¿Te besaría un travestí? Estoy cansada, pero mañana tengo que volver a hacerlo todo otra vez.

ESCENA 7: SUEÑOS Y CUERDAS

Sofía se levanta con una cuerda en las manos en forma de ramo. El ramo se va desenredando a medida que Sofía distribuye la cuerda entre el público, formando un gran entretejido.

Sofía: Estoy sola, bailando en una habitación blanca, con paredes completamente blancas. ¿Mi nombre? No lo sé. Pero de qué sirve un nombre si al final no somos más que un número, estampado en una lápida. Y si todos fuéramos uno solo, ¿qué nombre le pondríamos? ¿Mundo o Dios? Tengo un sueño, o tenía, ya no lo sé, soñaba que me sacaban a bailar, que iba a una fiesta y me sacaban a bailar como lo hacen con mis amigas. Quería que me notaran por las razones correctas y no por las “incorrectas”... ¿Y tú tienes un sueño? ¿Quieres contármelo? (Pregunta al público.) ¿Quién sabe un día? Tengo una pregunta: ¿Por qué matamos a nuestros dioses? Dandara, Soraya Oliveira, Letícia Costa, Dália Celeste, Pérola, Matheusa, Jesús, María y José, todos muertos por nuestras manos. 

Sofía se detiene en el centro de las cuerdas y baila su muerte.

Banda sonora: Daniela Vega (Ombra Mai Fu)

(Fragmento de Trans(Passar) –Trans(Pasar)–)