En el espectáculo Trans(Passar) –Trans(Pasar)–, del Colectivo de Danza-Teatro Agridoce, de Recife, estrenado en 2019, Sophia Williams entra en escena e inmediatamente se dirige al público. Se acerca a las personas y les hace una pregunta directa, una pregunta que impregna las experiencias de los cuerpos trans y travestís en la vida cotidiana: “¿Quieres un trozo de mí?”. Las personas se quedan confundidas, sin saber exactamente cómo reaccionar, algunas dicen que no, otras responden afirmativamente y reciben fragmentos de un poema escrito por Aurora Jamelo, actriz que también está en la escena como parte del espectáculo.
El Colectivo de Danza-Teatro Agridoce cuenta con tres mujeres trans en su formación: Sophia Williams, Aurora Jamelo y Jorja Moura. Además de ser actrices, también asumen las funciones de directoras, dramaturgas y guionistas. Dependiendo del proyecto, se turnan o trabajan en colaboración, ya sea en la dramaturgia o en la dirección.
Las cuestiones de género y raza (Williams y Jamelo son mujeres negras) se entrecruzan en las dramaturgias de la compañía, atravesadas por contenidos autobiográficos y documentales. Vivencias de las propias artistas, historias reales, noticias de la prensa y datos estadísticos se mezclan en la creación dramatúrgica.
Una de las propuestas del grupo es construir narrativas de autor sobre personas trans y travestís, colaborando a descentralizar las imágenes estereotipadas. Las artistas se apoderan de sus propias historias para friccionar la idea del cuerpo trans y travestí como un cuerpo abyecto, que no merece dignidad, respeto, afecto. Hay siempre un intento de acercar el espectador al personaje, humanizar sus conflictos y establecer una relación empática. En otras situaciones, sin embargo, la opción es devolver las agresiones en el ámbito simbólico y estético.
Desde la creación de la compañía, en 2019, ya existía un interés por las experimentaciones en diferentes formatos, por las narrativas que se pueden transformar y adaptar en función del soporte. Pero la pandemia de Covid-19, como ha ocurrido con tantos grupos del país, ha acentuado esta característica multimedia del colectivo. A menudo, de forma intencionada, las creaciones pueden ser difíciles de clasificar, porque transitan por las fronteras de los lenguajes, borrando las delimitaciones estancadas.
La primera versión del texto de la pieza Trans(Passar), por ejemplo, fue creada para la escena italiana por Sophia Williams durante los últimos meses de su licenciatura en Danza en la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE). En esta versión ya existía incluso una respuesta a la violencia que, según la artista, sufrió en el ámbito de la propia universidad y en el mundo del arte, por parte de profesores de danza y directores de teatro con los que tuvo contacto, que no aceptaban el cuerpo trans de la actriz. El encuentro con Aurora Jamelo trajo consigo modificaciones en el texto inicial, así como las presentaciones de la primera temporada, que tuvieron lugar en el Teatro Hermilo Borba Filho, un teatro gestionado por el Ayuntamiento de Recife.
El texto mezcla géneros, incorporando, por ejemplo, poesía a la narración dramática, así como testimonios de mujeres transexuales y travestís y material periodístico sobre asesinatos de travestís. La dramaturgia escrita también está impregnada de visualidad, que aparece en las descripciones de las distintas escenas, ofreciendo al lector una dimensión más precisa del espectáculo en escena. En una de estas escenas, por ejemplo, Sophia lleva una cuerda en forma de ramo y deshace este arreglo entregando la cuerda al público, formando un entretejido. El texto recuerda a las personas trans y travestís asesinadas violentamente. “Tengo una pregunta: ¿por qué matamos a nuestros dioses? Dandara, Soraya Oliveira, Letícia Costa, Dália Celeste, Pérola, Matheusa, Jesús, María y José, todos muertos por nuestras manos”.
Trans(Passar) fue adaptado para el formato audiovisual y forma parte del vídeo Incendiárias, filhas do fogo –Incendiarias, hijas del fuego–, dirigido y guionizado por Aurora Jamelo y Sophia Williams. La obra es un manifiesto contra la violencia, motivado más directamente por el asesinato de cinco mujeres trans y travestís en Pernambuco entre junio y julio de 2021, una de estas mujeres que fue quemada viva. En el escenario, 13 mujeres trans hacen reverencia a la ancestralidad trans, la trancestralidad, recordando a mujeres como Xica Manicongo, la primera mujer trans brasileña, asesinada en el Brasil colonial, y Gisberta Salce Júnior, travesti brasileña asesinada en Portugal en 2006.
Uno de los textos inéditos de Sophia Williams es O outro que não era eu... –El otro que no era yo…–, que aún debe recibir la colaboración dramatúrgica de Aurora Jamelo y Jorja Moura durante el proceso de escenificación. El texto cuestiona las normas heteronormativas y los prejuicios, incluso en las relaciones homosexuales, a partir de la transición de Omar a Cecília y su relación con un hombre blanco gay, Evandro. Las situaciones cotidianas que se desvelan en el texto muestran la transfobia y las dificultades a las que se enfrenta el personaje.
(Pollyanna Diniz)