nieve matos

Vitória - ES

Fragmento Teatral

Escena VII –Camisa–

Los integrantes trabajan en la costura de una sola pieza de tela.

Compositor –Bueno, creo que sí deberíamos parar.

Mestre –¿Hombre, estás loco o qué? Si estamos a un día del desfile. ¿Cómo vamos a parar ahora?

Dora –¿Es más importante el desfile? ¿Más importante que cualquier otra cosa?

Presidente –¡Por el amor de Dios, gente! No podemos ni pensar en algo así.

Dora –Pues sí. No hay que pensar en eso. Porque si lo piensas bien, no tendremos carnaval.

Carnavalesco –¿Qué quieres decir, Dora?

Dora –A ver… Beto desapareció, no hicimos nada. ¡Nada, gente! Le dejamos marchar, pusimos a otro en su lugar y seguimos creando el desfile. Ahora, esto. Y la escuela va a salir y hacer feliz a todo el mundo.

Beth –Pero eso es lo que hacemos, ¿no? Ese es nuestro papel.

Mestre –Exactamente.

Compositor –¿A cualquier precio? ¿A pesar de todo?

Presidente –¿Pero no creéis que el desfile es la mejor manera de salir de todo esto? Sabes, eso sí es demostrar que no nos dejamos abatir, que resistimos, que seguimos adelante.

Compositor –¿Como el tigre de los patrocinadores?

Mestre –Pues ya vienes tú con eso...

Dora –Sigue haciendo lo que esperan que hagamos.

Carnavalesco –Creo que tenéis razón, hay una cierta razón en eso que estáis diciendo... Pero pensemos en una cosa: en todos estos años, desde su fundación, no ha habido un solo año en que la escuela no haya ido a la avenida. Aunque sea para protestar, ¡estamos ahí!

Compositor –Así es, para protestar. De lo contrario, se convierte en pan y circo. Todo el mundo está jodido, pero somos la gente más feliz del mundo. La dictadura en marcha suelta, el AI-5 aprisionando a todo el mundo, y la escuela en la avenida. La censura continúa incluso después del régimen militar, y la escuela en la avenida. La miseria crece incluso con el fin de la inflación, y la escuela en la avenida. Una presidenta electa depuesta, y la escuela en la avenida. Pan y circo.

Mestre –Déjalo, que tenemos un desfile que hacer.

Carnavalesco(al Compositor) Eso es lo que vengo diciendo desde el principio.

Dora –¿Y ahora qué?

Beth –¿Ahora?

Presidente –¡Ahora es el momento del desfile!

Dora –Ahora estamos aquí, cosiendo un disfraz de tigre para no hablar de Beto, que nunca volverá. Por no hablar de lo que acaba de suceder. ¡Un niño! Un niño que no es el único, todo el mundo lo sabe.

Beth –Lo estoy viendo todo tan violento... A veces no sé qué hacer, qué pensar.

Compositor –Será duro llevar esa bandera de la escuela, limpiando toda esta inmundicia.

Presidente –¡Gente, por favor! El desfile tiene que ocurrir. Piensa en la escuela. Hagamos este carnaval. ¡Por favor!

Uno a uno, los integrantes comienzan a sentarse y a reanudar su costura. Cantan Alborada, pero en un tono que subraya la ironía de la letra en relación con la situación; es una canción que tiene algo de indignación, de rabia contenida. El Carnavalesco y el Presidente comprueban el trabajo de cada uno, intentan animarlos. Continúan su trabajo hasta que, con la entrada de Rita, se callan y la miran. Al cabo de un rato, Rita también se sienta a trabajar. La música se reanuda, con Rita en silencio. Intenta trabajar y no puede. Se levanta, saca de entre sus ropas la camisa manchada de sangre de su hijo recién asesinado, la tira al suelo, en medio de todos. Silencio.

Rita –¡Quiero llevar esa camiseta por la avenida!

Presidente –Rita, no sé si puedo hacer eso...

Rita –¡Es mi hijo! Es la camiseta de mi hijo, que fue asesinado de camino a la escuela, y quiero llevarla en la avenida.

Mestre –Rita, esto es complicado...

Rita –Nunca he pedido nada...

Carnavalesco –Rita...

Rita –¡Estamos aquí hablando de tigre! ¡Estamos hablando de un tigre! Pero nadie habla de que nos cazan a nosotras. Sobre la gente que nos extermina. Mi hijo volvía del colegio y siempre supe que tenía una marca pintada en el pecho por ser pobre y negro. Creía que su camisa de uniforme ocultaba el objetivo. Le dije: si eres un buen chico, si estudias, trabajas, estarás protegido de los bandidos, de la policía. Le mentí a mi hijo.

Dora –Tenemos que hablar de todos los que aquí han pasado por lo mismo. Debemos tener la camiseta de toda la gente.

Rita –¡Las busco! Voy de casa en casa, llamo de puerta en puerta, hablo con cada madre. Traigo todas las camisetas.

Portabandera –Te ayudaré, Rita. Voy detrás de las camisetas de los barrios. Los uniformes escolares, los uniformes de empresa, los uniformes que no ocultaban las marcas en el pecho de nadie. Incluso los propios policías.

Mestre –No sé si esto va a funcionar... ¿Y si la escuela no sube? Hay mucha gente que depende de esto.

Carnavalesco –Si vosotros os apuntáis, yo me apunto. Pero necesito a todos conmigo. Me llevaré esta con todos vosotros.

Presidente –Esto se va a joder...

Rita –Todo se ha ido ya a la mierda. Lleva mucho tiempo funcionando mal.


EPÍLOGO

Rúbrica 1 –La escuela se posiciona para entrar en la avenida. La comisión del frente está compuesta por los 219 muertos, asesinados durante la huelga de la Policía Militar en 2017, destacando los 42 adolescentes que salían de instituciones socioeducativas, todos negros, pobres, residentes en la periferia y criados sin la presencia del padre. El carro de apertura trae las alegorías de las mujeres víctimas de feminicidio, cuyo número bate récords en Espírito Santo. En las alas, en el suelo, están las 300 personas que viven en la calle en nuestra ciudad. Entre las bahianas y la vieja guardia, en el corazón de la escuela, se encuentran los 180 residentes de las comunidades de los alrededores del Centro de Vitoria que se vieron obligados a abandonar sus hogares a causa de la violencia. 

Pero esto es una mentira. Esto no es un desfile y esta gente nunca ha estado en una sala de espectáculos. Ya sea en el escenario o entre el público. Aquí no hay escuela de samba. Hay un grupo de artistas que decidió representar una escuela de samba y espera que vosotros creáis en ella. Y que a través de esta figura, os preguntéis de qué hablar y cómo hablar de lo que necesitáis en tiempos como estos, sin herir a quien queremos con nosotros, sin ocupar un lugar que no es el nuestro. 

Conocemos la pequeñez de nuestro problema ante el mundo. Pero también sabemos que si los poderosos desean el fin de nuestro trabajo, es porque tiene alguna importancia, por pequeña que sea.

Entramos en la sala para hablar de nuestra casa, de nuestra historia. Pero nos damos cuenta de que no podemos hablar de nosotros mismos sin hablar de los que nos rodean; no podemos hablar de nuestra casa sin hablar de la ciudad que la alberga. No se puede hablar de la ciudad sin mirar a los que pretendemos no ver. Si no lo hacemos, nuestra samba es inútil.

Estamos aquí por rebeldía, terquedad, persistencia. O porque no sabemos hacer otra cosa.

No sabemos hasta cuándo estaremos aquí.

Y vosotros tampoco.


(Fragmento de Cinzas de um Carnaval –Cenizas de un Carnaval–, escrito en colaboración con Fernando Marques)



Nieve Matos es dramaturga, directora de teatro y creadora del colectivo Elas Tramam –Ellas Traman–.

escucha la entrevista:

Apresentação Critica

Nieve Mattos, artista de Vitória, capital de Espírito Santo, es profesora, actriz y productora teatral, además de máster en Artes Escénicas y licenciada en Dirección Teatral por la Universidad Federal de Ouro Preto, pero, sobre todo, es una líder de las artes escénicas en su ciudad. En su escritura coincide la conciencia social y política que está presente en el conjunto de su conducta artística. Desde 2008, Nieve Matos trabaja como dramaturga y directora del Repertório Artes Cênicas e Cia. –Repertorio de las Artes Escénicas y Compañía–, pero también escribe obras para otros grupos. La compañía Repertório está al frente de un espacio cultural decisivo para la vida artística de la ciudad de Vitória, junto al Grupo Z de Teatro, que cuenta con Fernando Marques como dramaturgo. Má Companhia –Mala Compañía–, como se llama el lugar, tiene un papel clave en la escena cultural de Vitória, pues además de promover un espacio de experimentación y continuidad para los grupos de teatro, también acoge otros lenguajes. Es el único espacio de la ciudad con características para albergar obras experimentales con bajo coste para las producciones, además de recibir obras de otras ciudades y festivales organizados por instituciones como el SESC (Servicio Social del Comercio). La gestión del espacio se hace con recursos de los propios grupos. Esta contextualización es importante para la comprensión de la reducida presencia del teatro hecho en Espírito Santo en los panoramas nacionales: la falta de políticas públicas es muy perjudicial para el establecimiento y la proyección de los artistas locales, a pesar de que el estado está ubicado en la región Sudeste, considerada privilegiada para la producción artística en el país.

Como centro irradiador de iniciativas, el grupo siempre ha tratado de crear una dramaturgia original para sus espectáculos, ya que, como se desprende de su trayectoria, la relación con la cultura local es de gran interés para sus integrantes, que tratan de abordar cuestiones pertinentes para la historia y la vida locales. Los textos se crean de forma colaborativa, en largos procesos de investigación en salas de ensayo y en diálogo con profesionales de la danza y la música. Muchas de sus actuaciones incluyen una banda sonora compuesta especialmente para la dramaturgia en cuestión.

Ante la escasez de registros y documentación de la escritura dramatúrgica femenina en la historia canónica del teatro brasileño, la dramaturga comenzó a fomentar la escritura de escenas entre las mujeres. Así fue como en 2017, en colaboración con Alessandra Pin Ferraz, puso en marcha el proyecto Elas Tramam –Ellas Traman–. Con el proyecto aprobado en una subvención pública, lanzaron una convocatoria con la siguiente frase: “Se buscan mujeres que quieran escribir teatro”. De entre casi 150 solicitudes de todo el estado, se seleccionaron 5 mujeres, de entre 18 y 60 años, de 5 ciudades diferentes, incluyendo a personas que aún no estaban insertadas en el ambiente artístico. Más tarde, consiguieron llevar a cabo otro proceso de selección a través del cual se sumaron 15 mujeres más. Hoy en día el proyecto cuenta con 27 mujeres involucradas en la propuesta de escritura dramatúrgica.

Según la artista, su papel en este colectivo es más provocar la escritura que enseñarla. En este sentido, también se entiende a sí misma como directora-provocadora, más que como figura de autoridad, como suele pensarse (y practicarse) la función de puesta en escena en el teatro. Por eso es importante considerar la dimensión colectiva de la obra de Nieve Matos en la misma medida en que no se puede dejar de reconocer su vocación por los lugares de autoría y liderazgo.

Como no podía ser de otra manera, las injusticias sociales son un tema importante en sus obras, así como la práctica artística, al tratar las complicaciones de su viabilidad económica, como se puede notar en los siguientes ejemplos, observados en obras más recientes.

En una de las publicaciones de Elas Tramam –Ellas Traman–, un artículo de Nieve Matos se detiene en una cuestión de inmensa relevancia en Brasil, un país con unas estadísticas de feminicidio espantosas: el asesinato (literal o simbólico) de mujeres a manos de sus propios maridos. En la pieza Homem de barro –Hombre de barro–, publicada en 2018 en el segundo e-book del colectivo, la autora establece un paralelismo entre la historia de una pareja que vive una relación evidentemente abusiva y un hábito perverso del pájaro que en Brasil llamamos “joão-de-barro”. Este pájaro es conocido por su habilidad para construir su nido. Pero si observa que otro macho “corteja” a su compañera, poco después de que ésta haya parido, el “joão-de-barro” cierra la salida del nido, convirtiendo la casa en una tumba para la hembra y sus pajaritos. La historia se cuenta popularmente como si el animal hubiera cometido lo que antes se llamaba, por ley, un “crimen pasional”, como si el acto fuera la consecuencia inevitable de un amor desenfrenado. En contra de la romantización de la violencia, la autora presenta una narrativa que muestra cómo se pueden identificar los signos de una relación abusiva y cómo el amor, el matrimonio y la maternidad pueden ser trampas para las mujeres. Pero, sin la actitud nihilista de la fatalidad, la obra puede leerse a través de un sesgo de conciencia, después de todo, es muy posible leer los signos que no son para nada sutiles.

El pasado histórico de la esclavitud también se pone en escena, como, por ejemplo, en la obra Caburé, de 2019, un drama que recuerda la revuelta del quilombo de Caburé. La perspectiva de la revuelta parece querer mostrar a los espectadores y lectores la historia de resistencia, combatividad y valentía de los esclavizados, que apostaron todo para revertir la situación a la que estaban sometidos.

El “aquilombamento” aparece en su forma urbana, como diría la historiadora Beatriz Nascimento, en la historia de una escuela de samba [nota de traducción: de acuerdo con Stéfane Souto, en texto publicado en la revista Metamorfose, 2020, página 141, y basándose en el pensamiento y conceptualización de Beatriz Nascimento, “aquilombamento” es un dispositivo derivado de la institución del “quilombo”, pero despojado de su carácter territorial, para demostrar la continuidad del acto de “aquilombar” como estrategia de resistencia y colectividad y para designar experiencias de organización e intervención social protagonizadas por la población negra en la actualidad, se fundamenta en las experiencias de las diásporas, adaptándolas a las condiciones del presente y, al hacerlo, creando la posibilidad de futuros pluriversales, el “aquilombamento” es el movimiento de buscar el quilombo, formar el quilombo, convertirse quilombo, asumiendo una posición contrahegemónica desde el interior de un cuerpo político]. Cinzas de um Carnaval –Cenizas de un Carnaval–, también del año 2019, escrita a cuatro manos con otro dramaturgo de Espírito Santo, Fernando Marques, es una fábula sobre el desfile de una escuela de samba (una forma de espectáculo escénico) que evoluciona en una relación tensa con sus patrocinadores. El dinero que hace posible la producción es el mismo que interfiere en la libertad de expresión, una forma cruel de censura. Los creadores de la samba y del desfile en general necesitan crear a partir de la imposición de un tema que sólo agrada a los patrocinadores y que desvirtúa la propia realización del desfile. Los personajes se ven obligados a ceder y a hacer concesiones, hasta vaciarse de su coherencia. La grandiosidad de una escuela de samba, el inmenso número de participantes que exige un desfile, se contrapone a los escasos recursos de una obra de teatro independiente. Al final del texto, la dramaturgia llama la atención sobre esta disparidad e invita al público a unir los puntos, exponiendo cómo la práctica del teatro se ha visto cada vez más amenazada en el país. El tono de denuncia no deja de lado la capacidad de los personajes para imponer resistencia, para fomentar sus espacios de insubordinación y su capacidad de invención.

En la página web del colectivo Elas Tramam –Ellas Traman–, es posible descargar los tres e-books organizados por las idealizadoras del proyecto, publicados en 2017, 2018 y 2019, con textos de varias autoras que viven y trabajan en Espírito Santo, no sólo están las palabras de las editoras Nieve Mattos y Alessandra Pin Ferraz, sino también de Melina Galante, Priscilla Gomes, Rejane Arruda y Xis Makeda.

(Daniele Avila Small)



Nieve Matos es dramaturga, directora de teatro y creadora del colectivo Elas Tramam –Ellas Traman–.

Nieve Mattos, artista de Vitória, capital de Espírito Santo, es profesora, actriz y productora teatral, además de máster en Artes Escénicas y licenciada en Dirección Teatral por la Universidad Federal de Ouro Preto, pero, sobre todo, es una líder de las artes escénicas en su ciudad. En su escritura coincide la conciencia social y política que está presente en el conjunto de su conducta artística. Desde 2008, Nieve Matos trabaja como dramaturga y directora del Repertório Artes Cênicas e Cia. –Repertorio de las Artes Escénicas y Compañía–, pero también escribe obras para otros grupos. La compañía Repertório está al frente de un espacio cultural decisivo para la vida artística de la ciudad de Vitória, junto al Grupo Z de Teatro, que cuenta con Fernando Marques como dramaturgo. Má Companhia –Mala Compañía–, como se llama el lugar, tiene un papel clave en la escena cultural de Vitória, pues además de promover un espacio de experimentación y continuidad para los grupos de teatro, también acoge otros lenguajes. Es el único espacio de la ciudad con características para albergar obras experimentales con bajo coste para las producciones, además de recibir obras de otras ciudades y festivales organizados por instituciones como el SESC (Servicio Social del Comercio). La gestión del espacio se hace con recursos de los propios grupos. Esta contextualización es importante para la comprensión de la reducida presencia del teatro hecho en Espírito Santo en los panoramas nacionales: la falta de políticas públicas es muy perjudicial para el establecimiento y la proyección de los artistas locales, a pesar de que el estado está ubicado en la región Sudeste, considerada privilegiada para la producción artística en el país.

Como centro irradiador de iniciativas, el grupo siempre ha tratado de crear una dramaturgia original para sus espectáculos, ya que, como se desprende de su trayectoria, la relación con la cultura local es de gran interés para sus integrantes, que tratan de abordar cuestiones pertinentes para la historia y la vida locales. Los textos se crean de forma colaborativa, en largos procesos de investigación en salas de ensayo y en diálogo con profesionales de la danza y la música. Muchas de sus actuaciones incluyen una banda sonora compuesta especialmente para la dramaturgia en cuestión.

Ante la escasez de registros y documentación de la escritura dramatúrgica femenina en la historia canónica del teatro brasileño, la dramaturga comenzó a fomentar la escritura de escenas entre las mujeres. Así fue como en 2017, en colaboración con Alessandra Pin Ferraz, puso en marcha el proyecto Elas Tramam –Ellas Traman–. Con el proyecto aprobado en una subvención pública, lanzaron una convocatoria con la siguiente frase: “Se buscan mujeres que quieran escribir teatro”. De entre casi 150 solicitudes de todo el estado, se seleccionaron 5 mujeres, de entre 18 y 60 años, de 5 ciudades diferentes, incluyendo a personas que aún no estaban insertadas en el ambiente artístico. Más tarde, consiguieron llevar a cabo otro proceso de selección a través del cual se sumaron 15 mujeres más. Hoy en día el proyecto cuenta con 27 mujeres involucradas en la propuesta de escritura dramatúrgica.

Según la artista, su papel en este colectivo es más provocar la escritura que enseñarla. En este sentido, también se entiende a sí misma como directora-provocadora, más que como figura de autoridad, como suele pensarse (y practicarse) la función de puesta en escena en el teatro. Por eso es importante considerar la dimensión colectiva de la obra de Nieve Matos en la misma medida en que no se puede dejar de reconocer su vocación por los lugares de autoría y liderazgo.

Como no podía ser de otra manera, las injusticias sociales son un tema importante en sus obras, así como la práctica artística, al tratar las complicaciones de su viabilidad económica, como se puede notar en los siguientes ejemplos, observados en obras más recientes.

En una de las publicaciones de Elas Tramam –Ellas Traman–, un artículo de Nieve Matos se detiene en una cuestión de inmensa relevancia en Brasil, un país con unas estadísticas de feminicidio espantosas: el asesinato (literal o simbólico) de mujeres a manos de sus propios maridos. En la pieza Homem de barro –Hombre de barro–, publicada en 2018 en el segundo e-book del colectivo, la autora establece un paralelismo entre la historia de una pareja que vive una relación evidentemente abusiva y un hábito perverso del pájaro que en Brasil llamamos “joão-de-barro”. Este pájaro es conocido por su habilidad para construir su nido. Pero si observa que otro macho “corteja” a su compañera, poco después de que ésta haya parido, el “joão-de-barro” cierra la salida del nido, convirtiendo la casa en una tumba para la hembra y sus pajaritos. La historia se cuenta popularmente como si el animal hubiera cometido lo que antes se llamaba, por ley, un “crimen pasional”, como si el acto fuera la consecuencia inevitable de un amor desenfrenado. En contra de la romantización de la violencia, la autora presenta una narrativa que muestra cómo se pueden identificar los signos de una relación abusiva y cómo el amor, el matrimonio y la maternidad pueden ser trampas para las mujeres. Pero, sin la actitud nihilista de la fatalidad, la obra puede leerse a través de un sesgo de conciencia, después de todo, es muy posible leer los signos que no son para nada sutiles.

El pasado histórico de la esclavitud también se pone en escena, como, por ejemplo, en la obra Caburé, de 2019, un drama que recuerda la revuelta del quilombo de Caburé. La perspectiva de la revuelta parece querer mostrar a los espectadores y lectores la historia de resistencia, combatividad y valentía de los esclavizados, que apostaron todo para revertir la situación a la que estaban sometidos.

El “aquilombamento” aparece en su forma urbana, como diría la historiadora Beatriz Nascimento, en la historia de una escuela de samba [nota de traducción: de acuerdo con Stéfane Souto, en texto publicado en la revista Metamorfose, 2020, página 141, y basándose en el pensamiento y conceptualización de Beatriz Nascimento, “aquilombamento” es un dispositivo derivado de la institución del “quilombo”, pero despojado de su carácter territorial, para demostrar la continuidad del acto de “aquilombar” como estrategia de resistencia y colectividad y para designar experiencias de organización e intervención social protagonizadas por la población negra en la actualidad, se fundamenta en las experiencias de las diásporas, adaptándolas a las condiciones del presente y, al hacerlo, creando la posibilidad de futuros pluriversales, el “aquilombamento” es el movimiento de buscar el quilombo, formar el quilombo, convertirse quilombo, asumiendo una posición contrahegemónica desde el interior de un cuerpo político]. Cinzas de um Carnaval –Cenizas de un Carnaval–, también del año 2019, escrita a cuatro manos con otro dramaturgo de Espírito Santo, Fernando Marques, es una fábula sobre el desfile de una escuela de samba (una forma de espectáculo escénico) que evoluciona en una relación tensa con sus patrocinadores. El dinero que hace posible la producción es el mismo que interfiere en la libertad de expresión, una forma cruel de censura. Los creadores de la samba y del desfile en general necesitan crear a partir de la imposición de un tema que sólo agrada a los patrocinadores y que desvirtúa la propia realización del desfile. Los personajes se ven obligados a ceder y a hacer concesiones, hasta vaciarse de su coherencia. La grandiosidad de una escuela de samba, el inmenso número de participantes que exige un desfile, se contrapone a los escasos recursos de una obra de teatro independiente. Al final del texto, la dramaturgia llama la atención sobre esta disparidad e invita al público a unir los puntos, exponiendo cómo la práctica del teatro se ha visto cada vez más amenazada en el país. El tono de denuncia no deja de lado la capacidad de los personajes para imponer resistencia, para fomentar sus espacios de insubordinación y su capacidad de invención.

En la página web del colectivo Elas Tramam –Ellas Traman–, es posible descargar los tres e-books organizados por las idealizadoras del proyecto, publicados en 2017, 2018 y 2019, con textos de varias autoras que viven y trabajan en Espírito Santo, no sólo están las palabras de las editoras Nieve Mattos y Alessandra Pin Ferraz, sino también de Melina Galante, Priscilla Gomes, Rejane Arruda y Xis Makeda.

(Daniele Avila Small)



Escena VII –Camisa–

Los integrantes trabajan en la costura de una sola pieza de tela.

Compositor –Bueno, creo que sí deberíamos parar.

Mestre –¿Hombre, estás loco o qué? Si estamos a un día del desfile. ¿Cómo vamos a parar ahora?

Dora –¿Es más importante el desfile? ¿Más importante que cualquier otra cosa?

Presidente –¡Por el amor de Dios, gente! No podemos ni pensar en algo así.

Dora –Pues sí. No hay que pensar en eso. Porque si lo piensas bien, no tendremos carnaval.

Carnavalesco –¿Qué quieres decir, Dora?

Dora –A ver… Beto desapareció, no hicimos nada. ¡Nada, gente! Le dejamos marchar, pusimos a otro en su lugar y seguimos creando el desfile. Ahora, esto. Y la escuela va a salir y hacer feliz a todo el mundo.

Beth –Pero eso es lo que hacemos, ¿no? Ese es nuestro papel.

Mestre –Exactamente.

Compositor –¿A cualquier precio? ¿A pesar de todo?

Presidente –¿Pero no creéis que el desfile es la mejor manera de salir de todo esto? Sabes, eso sí es demostrar que no nos dejamos abatir, que resistimos, que seguimos adelante.

Compositor –¿Como el tigre de los patrocinadores?

Mestre –Pues ya vienes tú con eso...

Dora –Sigue haciendo lo que esperan que hagamos.

Carnavalesco –Creo que tenéis razón, hay una cierta razón en eso que estáis diciendo... Pero pensemos en una cosa: en todos estos años, desde su fundación, no ha habido un solo año en que la escuela no haya ido a la avenida. Aunque sea para protestar, ¡estamos ahí!

Compositor –Así es, para protestar. De lo contrario, se convierte en pan y circo. Todo el mundo está jodido, pero somos la gente más feliz del mundo. La dictadura en marcha suelta, el AI-5 aprisionando a todo el mundo, y la escuela en la avenida. La censura continúa incluso después del régimen militar, y la escuela en la avenida. La miseria crece incluso con el fin de la inflación, y la escuela en la avenida. Una presidenta electa depuesta, y la escuela en la avenida. Pan y circo.

Mestre –Déjalo, que tenemos un desfile que hacer.

Carnavalesco(al Compositor) Eso es lo que vengo diciendo desde el principio.

Dora –¿Y ahora qué?

Beth –¿Ahora?

Presidente –¡Ahora es el momento del desfile!

Dora –Ahora estamos aquí, cosiendo un disfraz de tigre para no hablar de Beto, que nunca volverá. Por no hablar de lo que acaba de suceder. ¡Un niño! Un niño que no es el único, todo el mundo lo sabe.

Beth –Lo estoy viendo todo tan violento... A veces no sé qué hacer, qué pensar.

Compositor –Será duro llevar esa bandera de la escuela, limpiando toda esta inmundicia.

Presidente –¡Gente, por favor! El desfile tiene que ocurrir. Piensa en la escuela. Hagamos este carnaval. ¡Por favor!

Uno a uno, los integrantes comienzan a sentarse y a reanudar su costura. Cantan Alborada, pero en un tono que subraya la ironía de la letra en relación con la situación; es una canción que tiene algo de indignación, de rabia contenida. El Carnavalesco y el Presidente comprueban el trabajo de cada uno, intentan animarlos. Continúan su trabajo hasta que, con la entrada de Rita, se callan y la miran. Al cabo de un rato, Rita también se sienta a trabajar. La música se reanuda, con Rita en silencio. Intenta trabajar y no puede. Se levanta, saca de entre sus ropas la camisa manchada de sangre de su hijo recién asesinado, la tira al suelo, en medio de todos. Silencio.

Rita –¡Quiero llevar esa camiseta por la avenida!

Presidente –Rita, no sé si puedo hacer eso...

Rita –¡Es mi hijo! Es la camiseta de mi hijo, que fue asesinado de camino a la escuela, y quiero llevarla en la avenida.

Mestre –Rita, esto es complicado...

Rita –Nunca he pedido nada...

Carnavalesco –Rita...

Rita –¡Estamos aquí hablando de tigre! ¡Estamos hablando de un tigre! Pero nadie habla de que nos cazan a nosotras. Sobre la gente que nos extermina. Mi hijo volvía del colegio y siempre supe que tenía una marca pintada en el pecho por ser pobre y negro. Creía que su camisa de uniforme ocultaba el objetivo. Le dije: si eres un buen chico, si estudias, trabajas, estarás protegido de los bandidos, de la policía. Le mentí a mi hijo.

Dora –Tenemos que hablar de todos los que aquí han pasado por lo mismo. Debemos tener la camiseta de toda la gente.

Rita –¡Las busco! Voy de casa en casa, llamo de puerta en puerta, hablo con cada madre. Traigo todas las camisetas.

Portabandera –Te ayudaré, Rita. Voy detrás de las camisetas de los barrios. Los uniformes escolares, los uniformes de empresa, los uniformes que no ocultaban las marcas en el pecho de nadie. Incluso los propios policías.

Mestre –No sé si esto va a funcionar... ¿Y si la escuela no sube? Hay mucha gente que depende de esto.

Carnavalesco –Si vosotros os apuntáis, yo me apunto. Pero necesito a todos conmigo. Me llevaré esta con todos vosotros.

Presidente –Esto se va a joder...

Rita –Todo se ha ido ya a la mierda. Lleva mucho tiempo funcionando mal.


EPÍLOGO

Rúbrica 1 –La escuela se posiciona para entrar en la avenida. La comisión del frente está compuesta por los 219 muertos, asesinados durante la huelga de la Policía Militar en 2017, destacando los 42 adolescentes que salían de instituciones socioeducativas, todos negros, pobres, residentes en la periferia y criados sin la presencia del padre. El carro de apertura trae las alegorías de las mujeres víctimas de feminicidio, cuyo número bate récords en Espírito Santo. En las alas, en el suelo, están las 300 personas que viven en la calle en nuestra ciudad. Entre las bahianas y la vieja guardia, en el corazón de la escuela, se encuentran los 180 residentes de las comunidades de los alrededores del Centro de Vitoria que se vieron obligados a abandonar sus hogares a causa de la violencia. 

Pero esto es una mentira. Esto no es un desfile y esta gente nunca ha estado en una sala de espectáculos. Ya sea en el escenario o entre el público. Aquí no hay escuela de samba. Hay un grupo de artistas que decidió representar una escuela de samba y espera que vosotros creáis en ella. Y que a través de esta figura, os preguntéis de qué hablar y cómo hablar de lo que necesitáis en tiempos como estos, sin herir a quien queremos con nosotros, sin ocupar un lugar que no es el nuestro. 

Conocemos la pequeñez de nuestro problema ante el mundo. Pero también sabemos que si los poderosos desean el fin de nuestro trabajo, es porque tiene alguna importancia, por pequeña que sea.

Entramos en la sala para hablar de nuestra casa, de nuestra historia. Pero nos damos cuenta de que no podemos hablar de nosotros mismos sin hablar de los que nos rodean; no podemos hablar de nuestra casa sin hablar de la ciudad que la alberga. No se puede hablar de la ciudad sin mirar a los que pretendemos no ver. Si no lo hacemos, nuestra samba es inútil.

Estamos aquí por rebeldía, terquedad, persistencia. O porque no sabemos hacer otra cosa.

No sabemos hasta cuándo estaremos aquí.

Y vosotros tampoco.


(Fragmento de Cinzas de um Carnaval –Cenizas de un Carnaval–, escrito en colaboración con Fernando Marques)