max reinert

Itajaí - SC

Fragmento Teatral

Escena 04


Tiras profundamente el aire por la nariz
Presionas tus pulmones para que sigan trabajando
Una sensación de plenitud te invade en el medio de la tarde
No sientes miedo
No volverás a sentir miedo
No volverás a sentir nada

Y así me quedé
Insensible
Mi cuerpo dejó de sentir todo lo que ocurría a su alrededor
Todavía estaba vivo, pero ya no estaba vivo
Seguía caminando. Seguía comiendo. Seguía vomitando. Seguía hablando
Sólo no podía sentir
Pero no me malinterpreten: todavía tenía tacto
Todavía tenía vista y oído
Todavía tenía la capacidad de distinguir sabores y olores
Simplemente no sentía

Así que no sentí cuando mi esposa se cortó las venas
No sentí el corte y no la eché de menos

Poco después encontré otra novia, que, si sentía algo, decía
era incluso más suave que mi esposa
La novia número 02
–llamémoslos así para facilitar la comprensión–
La novia número 02 también se suicidó
Gas
Y yo, nada. Ni siquiera una tos

La número 03, decimoquinto piso del edificio. No sentí el impacto

Número 04, sobredosis


Y así podríamos seguir durante mucho tiempo
Mi pequeño inventario de suicidios amorosos
Si tuviera la capacidad de sentir algo, podría pensar que soy yo quien
estaba causando todos esos suicidios

Después de un tiempo, también podría empezar a darse cuenta de que algunas
personas que conocía estaban cometiendo crímenes:
Mi jefe número 01
–espero que hayan entendido la numeración–
Mi jefe número 01 mató a su secretaria
El jefe número 02 prendió fuego al edificio
El jefe número 03 violó a la secretaria 02
El número 04 cometió otro suicidio por amor
El 05 entró llevando dos rifles
Se pasó horas diciendo cosas que yo no entendía
Y tampoco hice algún esfuerzo para entenderlo
Entonces unos hombres vestidos de negro entraron por la misma puerta
y lo ametrallaron
Yo no sentí
Nada

Estos mismos hombres me llevaron a una ambulancia
me dijeron que estaba en estado de choque
eso dijeron. Yo no
Pero pensé que era una buena respuesta a todos aquellos cambios en las caras
a mi alrededor
Eso es
Toda mi vida he estado en estado de choque
No fui insensible Estaba en choque
¿Insensible?
Estado de choque

Así que me cuidaron
Me permitieron descansar
Durante mucho tiempo
Me dieron pastillas
Me hicieron hablar, incluso contra mi voluntad
Me preguntaron por mis padres, por mi familia, por mis novias
Otras píldoras
Otras conversaciones. Otras tantas preguntas.
Otras familias, otros padres, otras novias. Mi jefe
Hablaron de todo

Mientras daba todas las respuestas que les gustaba escuchar y tomaba todas
los medicamentos que me dieron, decidieron que yo estaba sano
Mi actitud tranquila era un síntoma postraumático
Si hubiera sentido algo me habría dado cuenta de que debía haber sufrido un trauma
a una edad muy temprana

Aunque eso no es cierto
A veces, cuando duermo, sueño
Sueño que un hombre me sujeta la cabeza dentro del inodoro
Su mano sujeta mi nuca
y sigue ahogándome. Con fuerza
En el sueño sus dedos sostienen la raíz de mi pelo
Lucho. Pero él es más fuerte que yo
Le oigo decir cosas que no puedo descifrar

Y cuando estoy a punto de morir
me deja ir
Respiro de alivio
Miro a mi alrededor
pero ya no está allí


(Fragmento del Pequeno Inventário de Impropriedades –Pequeño Inventario de Incorrecciones–)



Max Reinert es dramaturgo, director de teatro e integrante de la Téspis Compañía de Teatro.

escucha la entrevista:

Apresentação Critica

Max Reinert es integrante de la Téspis Compañía de Teatro desde 1993, año de su fundación, transitando entre las áreas de dramaturgia, actuación y dirección teatral, además de impartir talleres de escritura creativa. Gran parte de su producción dramatúrgica ocurre en procesos junto a esta compañía, que tiene su sede en Itajaí, siendo muy activa en el estado de Santa Catarina. Con formación basada en el Núcleo de Dramaturgia SESI Paraná, su obra tiene características propias de una escritura que cuestiona los límites de nuestra humanidad, moviéndose entre líneas comunes y banales, pero que se densifican a lo largo de las escenas, perturbando al lector por sus coqueteos entre la realidad y la ficción, y así construye personajes que poco a poco revelan su carácter caótico, casi como una metáfora del mundo, como “una elaboración poética de estrategias para construir mundos, siendo un lenguaje más influenciado por la poesía que por los estados mentales”, dice el autor.

Como dramaturgo y director de teatro, aborda temas como la muerte, el crimen, la pasión, la locura, los límites entre realidad y ficción, la violencia y el deseo. Parte de situaciones aparentemente cotidianas para llegar a extremos que conducen al crimen. Para Reinert, “el acto criminal funciona más como metáfora que como violencia en el mundo real... más como un posible acceso a las sombras de todas las personas... es decir, no es tanto un estudio patológico, sino más bien una invitación a reconocer nuestra propia oscuridad en este lenguaje”, dice el autor. De alguna manera, se trata de motores de repetición, desplazamiento, fragmentación, irrupción de lo real, entre otros elementos que convergen a la destrucción del sujeto y de una estructura narrativa más lineal. La fábula sigue ahí, aunque en ruinas. Hay un uso de rúbricas importantes en su obra, desencadenando sentidos y sensaciones que reorganizan y permiten la resignificación de algunas partes de sus obras. 

En Pequeno Inventário de Impropriedades –Pequeño Inventario de Incorrecciones–, estrenada en 2010 y dirigida por Denise da Luz, Max gana mayor visibilidad como dramaturgo, aportando un texto contundente que cuestiona los límites entre la lucidez y la locura. En nuestra sociedad enferma, es difícil conocer el umbral entre la lucidez y la pérdida de control. En esta obra, vemos a un hombre corriente, con una vida cotidiana repetitiva y estructurada, al que un suceso sorprendente le cambia la vida. El autor cuestiona nuestros propios límites y lo que nos caracteriza como individuos. El texto parte de relatos, poemas y comentarios de un blog de su propia autoría y que luego se estructuraría como dramaturgia. La obra fue premiada con el Premio Miriam Muniz de Teatro, de la Fundación Nacional de las Artes (FUNARTE). En esta obra poética, la violencia revela nuevas capas de un tema común, cuestionando lo que nos constituye y que a veces permanece oculto durante un tiempo, aunque sea latente.  

En Meteoros, cuyo montaje es de 2012 por la compañía Téspis, Max firma también la dirección y la iluminación, además de la dramaturgia. En esta obra, vemos los conflictos de dos actores en escena: una actriz, que interpreta a una actriz, desea contar la muerte de su personaje, la que podría ser su última aparición en escena; y un hombre que muestra sus deseos caracterizados por una fuerte perturbación psicológica y las consecuencias de ello. Max experimenta aquí con otros elementos dramatúrgicos para hablar de la vida y la muerte, del deseo de matar y del deseo (y el miedo) de morir. En un juego metateatral, los dos personajes muestran diferentes versiones de lo que podría ser la misma historia, cuestionando lo que es aceptado o no en nuestra sociedad, tratando temas fuertes como la violencia, la muerte, el deseo, la mutilación y la sexualidad, además del propio juego de lenguaje que caracteriza la obra. 

En Índice22, el dramaturgo y director de teatro cuestiona nuestra relación con el mundo virtual, hablando de cuánto de nosotros estamos expuestos en las redes, de nuestra fragmentación y conectividad, de lo que se caracteriza como presente y de lo que es el recuerdo de un acontecimiento. Para ello, construye una dramaturgia escénica que se ocupa de otros elementos dramatúrgicos para componer la obra, que celebra los 30 años de carrera de Denise da Luz, la protagonista del espectáculo, expandiendo el cuerpo y la voz de la actriz/personaje a otros elementos del espectáculo. En esta obra, el dramaturgo firma también la dirección, la escenografía y la iluminación, mostrando una escritura escénica que tiene en cuenta diferentes elementos y aspectos de la composición dramatúrgica. 

La producción de Reinert también incluye la creación de dramaturgias dirigidas a los niños. Es el caso de Marina e o pássaro –Marina y el pájaro–, en el que Max cuestiona los estereotipos de género, poniendo en tensión la relación entre la familia de Marina, que se convierte en Mário, y lo que se entiende como cosas de chicos y cosas de chicas. El texto busca deconstruir los estereotipos de género, haciendo que los niños reflexionen sobre las cuestiones de identidad, la aceptación de la diversidad y la celebración de las diferencias, naturalizando lo que todavía es objeto de prejuicios.  

Junto con su colectivo, ha puesto en escena varios de sus textos, ya sea como director o como actor. Desde que asumió el papel de dramaturgo, la compañía ha invertido en el apoyo a su escritura autoral, priorizando la puesta en escena de sus obras y de las dramaturgias realizadas en proceso, en detrimento de las obras de otros autores previamente escritas. Desde 1998, imparte talleres para niños, adolescentes y adultos en diversas áreas teatrales, además de dirigir talleres de escritura dramática y coordinar eventos teatrales en Santa Catarina. 

Así pues, Max Reinert es un artista teatral comprometido con diferentes frentes de la creación teatral, pensando la dramaturgia no sólo como palabra, sino también como composición escénica.

(Camila Bauer)



Max Reinert es dramaturgo, director de teatro e integrante de la Téspis Compañía de Teatro.

Max Reinert es integrante de la Téspis Compañía de Teatro desde 1993, año de su fundación, transitando entre las áreas de dramaturgia, actuación y dirección teatral, además de impartir talleres de escritura creativa. Gran parte de su producción dramatúrgica ocurre en procesos junto a esta compañía, que tiene su sede en Itajaí, siendo muy activa en el estado de Santa Catarina. Con formación basada en el Núcleo de Dramaturgia SESI Paraná, su obra tiene características propias de una escritura que cuestiona los límites de nuestra humanidad, moviéndose entre líneas comunes y banales, pero que se densifican a lo largo de las escenas, perturbando al lector por sus coqueteos entre la realidad y la ficción, y así construye personajes que poco a poco revelan su carácter caótico, casi como una metáfora del mundo, como “una elaboración poética de estrategias para construir mundos, siendo un lenguaje más influenciado por la poesía que por los estados mentales”, dice el autor.

Como dramaturgo y director de teatro, aborda temas como la muerte, el crimen, la pasión, la locura, los límites entre realidad y ficción, la violencia y el deseo. Parte de situaciones aparentemente cotidianas para llegar a extremos que conducen al crimen. Para Reinert, “el acto criminal funciona más como metáfora que como violencia en el mundo real... más como un posible acceso a las sombras de todas las personas... es decir, no es tanto un estudio patológico, sino más bien una invitación a reconocer nuestra propia oscuridad en este lenguaje”, dice el autor. De alguna manera, se trata de motores de repetición, desplazamiento, fragmentación, irrupción de lo real, entre otros elementos que convergen a la destrucción del sujeto y de una estructura narrativa más lineal. La fábula sigue ahí, aunque en ruinas. Hay un uso de rúbricas importantes en su obra, desencadenando sentidos y sensaciones que reorganizan y permiten la resignificación de algunas partes de sus obras. 

En Pequeno Inventário de Impropriedades –Pequeño Inventario de Incorrecciones–, estrenada en 2010 y dirigida por Denise da Luz, Max gana mayor visibilidad como dramaturgo, aportando un texto contundente que cuestiona los límites entre la lucidez y la locura. En nuestra sociedad enferma, es difícil conocer el umbral entre la lucidez y la pérdida de control. En esta obra, vemos a un hombre corriente, con una vida cotidiana repetitiva y estructurada, al que un suceso sorprendente le cambia la vida. El autor cuestiona nuestros propios límites y lo que nos caracteriza como individuos. El texto parte de relatos, poemas y comentarios de un blog de su propia autoría y que luego se estructuraría como dramaturgia. La obra fue premiada con el Premio Miriam Muniz de Teatro, de la Fundación Nacional de las Artes (FUNARTE). En esta obra poética, la violencia revela nuevas capas de un tema común, cuestionando lo que nos constituye y que a veces permanece oculto durante un tiempo, aunque sea latente.  

En Meteoros, cuyo montaje es de 2012 por la compañía Téspis, Max firma también la dirección y la iluminación, además de la dramaturgia. En esta obra, vemos los conflictos de dos actores en escena: una actriz, que interpreta a una actriz, desea contar la muerte de su personaje, la que podría ser su última aparición en escena; y un hombre que muestra sus deseos caracterizados por una fuerte perturbación psicológica y las consecuencias de ello. Max experimenta aquí con otros elementos dramatúrgicos para hablar de la vida y la muerte, del deseo de matar y del deseo (y el miedo) de morir. En un juego metateatral, los dos personajes muestran diferentes versiones de lo que podría ser la misma historia, cuestionando lo que es aceptado o no en nuestra sociedad, tratando temas fuertes como la violencia, la muerte, el deseo, la mutilación y la sexualidad, además del propio juego de lenguaje que caracteriza la obra. 

En Índice22, el dramaturgo y director de teatro cuestiona nuestra relación con el mundo virtual, hablando de cuánto de nosotros estamos expuestos en las redes, de nuestra fragmentación y conectividad, de lo que se caracteriza como presente y de lo que es el recuerdo de un acontecimiento. Para ello, construye una dramaturgia escénica que se ocupa de otros elementos dramatúrgicos para componer la obra, que celebra los 30 años de carrera de Denise da Luz, la protagonista del espectáculo, expandiendo el cuerpo y la voz de la actriz/personaje a otros elementos del espectáculo. En esta obra, el dramaturgo firma también la dirección, la escenografía y la iluminación, mostrando una escritura escénica que tiene en cuenta diferentes elementos y aspectos de la composición dramatúrgica. 

La producción de Reinert también incluye la creación de dramaturgias dirigidas a los niños. Es el caso de Marina e o pássaro –Marina y el pájaro–, en el que Max cuestiona los estereotipos de género, poniendo en tensión la relación entre la familia de Marina, que se convierte en Mário, y lo que se entiende como cosas de chicos y cosas de chicas. El texto busca deconstruir los estereotipos de género, haciendo que los niños reflexionen sobre las cuestiones de identidad, la aceptación de la diversidad y la celebración de las diferencias, naturalizando lo que todavía es objeto de prejuicios.  

Junto con su colectivo, ha puesto en escena varios de sus textos, ya sea como director o como actor. Desde que asumió el papel de dramaturgo, la compañía ha invertido en el apoyo a su escritura autoral, priorizando la puesta en escena de sus obras y de las dramaturgias realizadas en proceso, en detrimento de las obras de otros autores previamente escritas. Desde 1998, imparte talleres para niños, adolescentes y adultos en diversas áreas teatrales, además de dirigir talleres de escritura dramática y coordinar eventos teatrales en Santa Catarina. 

Así pues, Max Reinert es un artista teatral comprometido con diferentes frentes de la creación teatral, pensando la dramaturgia no sólo como palabra, sino también como composición escénica.

(Camila Bauer)



Escena 04


Tiras profundamente el aire por la nariz
Presionas tus pulmones para que sigan trabajando
Una sensación de plenitud te invade en el medio de la tarde
No sientes miedo
No volverás a sentir miedo
No volverás a sentir nada

Y así me quedé
Insensible
Mi cuerpo dejó de sentir todo lo que ocurría a su alrededor
Todavía estaba vivo, pero ya no estaba vivo
Seguía caminando. Seguía comiendo. Seguía vomitando. Seguía hablando
Sólo no podía sentir
Pero no me malinterpreten: todavía tenía tacto
Todavía tenía vista y oído
Todavía tenía la capacidad de distinguir sabores y olores
Simplemente no sentía

Así que no sentí cuando mi esposa se cortó las venas
No sentí el corte y no la eché de menos

Poco después encontré otra novia, que, si sentía algo, decía
era incluso más suave que mi esposa
La novia número 02
–llamémoslos así para facilitar la comprensión–
La novia número 02 también se suicidó
Gas
Y yo, nada. Ni siquiera una tos

La número 03, decimoquinto piso del edificio. No sentí el impacto

Número 04, sobredosis


Y así podríamos seguir durante mucho tiempo
Mi pequeño inventario de suicidios amorosos
Si tuviera la capacidad de sentir algo, podría pensar que soy yo quien
estaba causando todos esos suicidios

Después de un tiempo, también podría empezar a darse cuenta de que algunas
personas que conocía estaban cometiendo crímenes:
Mi jefe número 01
–espero que hayan entendido la numeración–
Mi jefe número 01 mató a su secretaria
El jefe número 02 prendió fuego al edificio
El jefe número 03 violó a la secretaria 02
El número 04 cometió otro suicidio por amor
El 05 entró llevando dos rifles
Se pasó horas diciendo cosas que yo no entendía
Y tampoco hice algún esfuerzo para entenderlo
Entonces unos hombres vestidos de negro entraron por la misma puerta
y lo ametrallaron
Yo no sentí
Nada

Estos mismos hombres me llevaron a una ambulancia
me dijeron que estaba en estado de choque
eso dijeron. Yo no
Pero pensé que era una buena respuesta a todos aquellos cambios en las caras
a mi alrededor
Eso es
Toda mi vida he estado en estado de choque
No fui insensible Estaba en choque
¿Insensible?
Estado de choque

Así que me cuidaron
Me permitieron descansar
Durante mucho tiempo
Me dieron pastillas
Me hicieron hablar, incluso contra mi voluntad
Me preguntaron por mis padres, por mi familia, por mis novias
Otras píldoras
Otras conversaciones. Otras tantas preguntas.
Otras familias, otros padres, otras novias. Mi jefe
Hablaron de todo

Mientras daba todas las respuestas que les gustaba escuchar y tomaba todas
los medicamentos que me dieron, decidieron que yo estaba sano
Mi actitud tranquila era un síntoma postraumático
Si hubiera sentido algo me habría dado cuenta de que debía haber sufrido un trauma
a una edad muy temprana

Aunque eso no es cierto
A veces, cuando duermo, sueño
Sueño que un hombre me sujeta la cabeza dentro del inodoro
Su mano sujeta mi nuca
y sigue ahogándome. Con fuerza
En el sueño sus dedos sostienen la raíz de mi pelo
Lucho. Pero él es más fuerte que yo
Le oigo decir cosas que no puedo descifrar

Y cuando estoy a punto de morir
me deja ir
Respiro de alivio
Miro a mi alrededor
pero ya no está allí


(Fragmento del Pequeno Inventário de Impropriedades –Pequeño Inventario de Incorrecciones–)