grace passô

Belo Horizonte - MG

Fragmento Teatral

Soy una voz, tan solo una voz.

Y aunque sé que vosotros no creéis en este tipo de existencia, que no es humana, hasta aquí he venido para emitir sonidos de vuestras limitadas lenguas. Lenguas que no deciden. No deciden si hablan lo que escriben, o si escriben lo que hablan. Me estoy comunicando con las palabras de una bestia humana, porque sois tan egoístas, tan egoístas, que sólo entendéis vuestras propias lenguas. Podría comunicarme en Código Morse, en sonidos inaudibles, en ondas magnéticas, o cualquier otra cosa por el estilo. Creéis que mi existencia no existe, pero tenéis que saber que las voces existen. E invaden materias. Y son voraces por las materias.

Ayer entré en ti, cosa. Es posible. Pero no te acuerdas. ¿Te acuerdas? Sí que te acuerdas… pensaste que era la lepra, el viento, la luz que simplemente rozaba el brillo de tu imagen. Todo imagen: imagen silla, imagen sofá, imagen aceite, imagen ámbar, imagen pato, imagen caballo, imagen perro, imagen mujer.

Se ve el cuerpo de la mujer.

Y de nuevo, la Voz, en la penumbra:

Hace unos minutos, por ejemplo, he penetrado en una de estas sillas. Puedo penetrar, invadir, ocupar todo. Tampoco tengo principio, ni fin, ni comienzo. Tampoco tengo vida, porque no tengo fin. Si no tengo fin, no tengo vida. Penetro en la materia, salgo de ella, proclamo la materia, soy libre, yo sí que puedo. Puedo cerrar todo esto aquí e irme. Me iré a otra ceremonia, yo puedo. En otro lugar. Sí que puedo. Puedo entrar en la fuente de energía, ¿por qué no? Yo puedo, yo puedo...

Incluso puedo entrar...

Dentro de este paisaje.

Se ve el cuerpo de la mujer. Inerte. Sin acción en el mundo. Es desde allí que ahora habla la voz:

Nada está hueco por aquí. No, no es un hueco.

Todo tan resbaladizo, como las cremas.

Oscuro, todo oscuro. Oscuro.

Si volviéramos este cuerpo del revés, lo entenderéis: aquí es un lugar oscuro, oscuro.

Y todo esto que hay aquí dentro: esto, esto, esto, esto aquí también, esto, se sorprende, ¡buenas noches, corazón!, así que eres tú, qué travieso eres, ¡hola!, si volviera este cuerpo del revés, tendría que enfrentarme a la bestia allá afuera...

¿Me oís? ¿Lo oyes, corazón? ¿Pulmón? ¿Sangre? ¿Hueso? Hay una bestia feroz allá afuera, ¡una cosa para sostener flechas y armas en las manos! ¿Sabéis el nombre de esta bestia? ¿Sabéis cómo se llama esta bestia? ¿Sabéis su nombre?

La mirada de los otros.

El sol no entra aquí, el sol no entra, pero tampoco hace falta alguna. Hacia el público. Os pido que me escuchéis para que toméis conciencia de vosotros mismos, todo está oscuro dentro de ti, ti, ti y ti y ti. Y tampoco son objetos, no, es una vegetación, o... una... máquina, todo se mueve, se mueve, se mueve, ¿se han dado cuenta?

Silencio. El cuerpo permanece sin acción.

Ahogada en la sangre. ¡Creo que estoy llena de sangre! Debo estar roja, es una textura, soy pura sangre violenta, pura sangre veloz, verdad, la sangre es tormenta y todo se mueve, se mueve, se mueve, frenéticamente se mueve, se mueve, ¿se han dado cuenta?

Un brazo se levanta como una vieja puerta que chirría lentamente.

...mientras intenta levantar el brazo. Nunca he tenido que hacer tanto esfuerzo. Es como una embarcación, estoy izando una vela gigantesca, es como mover un barco, como si estuviera en una tormenta y es mi sonido el que mueve el timón.

Sacudiendo la cabeza. ¿Ella está sacudiendo la cabeza? Lo estoy intentando desde aquí. ¿Esta mujer está sacudiendo la cabeza? Esta especie de campana, una especie de gran capilla, gran capilla. Estoy dentro de un nido, como en un bosque… La sangre, la sangre es una tormenta, epidemia, y aquí hay tipos de ramas, estoy sintiendo ramas, es asqueroso, es como estiércol de la tierra, esa es la consistencia, ¿me entendéis?

Moviendo los ojos por el espacio. Y aquí, los faros del paisaje.

Ojos son faros.

¿O son cuchillos?

O moluscos.

Es un susto. Es el diablo. Es todo a la vez.


(Fragmento de Vaga carne)



Grace Passô es dramaturga, actriz y directora de teatro y cine.

escucha la entrevista:

Apresentação Critica

Las dramaturgias de Grace Passô se basan, explícita o implícitamente, en experiencias, acontecimientos o fenómenos marcados por cierto grado de extrañamiento. Los significados del mundo, las relaciones humanas, las convenciones y los imaginarios sociales, así como los propios dispositivos escénico-dramatúrgicos, se extrañan y se desestabilizan en creaciones que, en tensión con sus contextos históricos, pretenden borrar la realidad inmediata. Al hablar de sus nociones de teatro, la artista explica: “Me interesa crear situaciones extrañas para desmantelar las nociones estables sobre lo que es un ser”, y además: “La potencia de una obra es la potencia de la situación que genera entre las personas”. Aunque no resumen la inmensidad poética de Grace, estas son, nos parece, dos dimensiones fundamentales que constituyen las creaciones de la artista, ya que señalan elementos concomitantes en su trayectoria: la intrincada experimentación formal, el rechazo a los formatos fijos de la escritura teatral y, al mismo tiempo, la búsqueda de la construcción de relaciones e interlocuciones intensas (y disruptivas) entre los artistas en escena y entre los artistas y el público. En estos procesos, la presencia de personajes o actantes narradores es recurrente en las creaciones de la autora. Estas figuras interpelan directamente al público, perforan el mundo ficticio supuestamente hermético y cosen (no siempre linealmente) los hilos de las historias. 

Nacida en Belo Horizonte, la actriz, directora de teatro y cine y dramaturga Grace Passô estudió en el Centro de Formación Artística da Fundação Clóvis Salgado, donde obtuvo algunas técnicas básicas de actuación escénica. Desde el inicio de su vida profesional, Grace ha colaborado con diferentes grupos de teatro de la capital de Minas Gerais, como Compañía Clara, Grupo Invertido y Armatrux, así como con grupos de otras localidades, como la Compañía Brasileña de Teatro y Lume, implicándose radicalmente en los procesos de colaboración. Sin embargo, su actuación más contundente en Belo Horizonte fue con el grupo Espanca!, cofundado por la artista en 2004. La historia de dicho grupo constituye un vigoroso punto de inflexión en el panorama de las artes escénicas de Minas Gerais y de Brasil, tanto por la fuerza inventiva de su puesta en escena como por las articulaciones creativas establecidas con la ciudad de Belo Horizonte, sus creadores, sus diferentes movimientos y proyectos culturales. A lo largo de casi dos décadas de trabajo y tras innumerables transformaciones, Espanca! ha contribuido abundantemente a la afirmación de una dramaturgia autoral y de colectivos teatrales en Belo Horizonte. Con el grupo, Grace escribió las siguientes obras: Por Elise (2005), la ópera prima del grupo; Amores surdos –Amores sordos– (2006); Congresso Internacional do Medo –Congreso Internacional del Miedo– (2008) y Marcha para Zenturo (2009), esta última concebida en colaboración con el Grupo XIX de Teatro (São Paulo). 

El crítico teatral Kil Abreu destaca dos aspectos formales en este conjunto dramatúrgico: la explicitación de los mecanismos y artificios subterráneos del lenguaje y la vívida manipulación de las estrategias metafóricas e imaginativas para transfigurar lo real. Por Elise se estructura a partir de simples encuentros y desencuentros, las cosas pequeñas del cotidiano, breves narraciones ordinarias que revelan una vibración poética incrustada en la vida diaria. Aquí Grace ya presenta rasgos que se reconfigurarán en futuros textos: sutileza e ironía en la construcción de imágenes y diálogos. En Amores surdos –Amores sordos–, un elemento fantástico desvela un contexto familiar inmerso en una grave crisis. El hipopótamo escondido en una de las habitaciones de la casa materializa, de alguna manera, los dolores, las ausencias y los silencios de la familia. Cabe destacar que Grace Passô volverá al ámbito doméstico con la obra Os ancestrais –Los ancestrales– (2013), puesta en escena por el Grupo Invertido. El carácter surrealista, entre la sequedad y el lirismo, dibuja una familia al borde del precipicio emocional tras el derrumbe de su casa. En este universo se debaten los males sociales y las injusticias del país a la vez que se investigan las subjetividades allí presentes. Congresso Internacional do Medo –Congreso Internacional del Miedo–, por su parte, discute esencialmente el lenguaje, sus límites y sus poderes. Cuando se reúne un grupo de conferenciantes, procedentes de distintos lugares y que hablan lenguas diferentes, nos queda preguntarnos: ¿qué se puede (o no se puede) traducir? ¿Qué diálogos son posibles? Por último, Marcha para Zenturo articula un espinoso reencuentro entre cinco amigos para celebrar la Nochevieja. La estructura del texto es una de las más sofisticadas, debido a la confluencia de distintas temporalidades, el intrincado metalenguaje y la estratégica delineación de frustraciones, conflictos y, finalmente, los ardientes afectos entre los personajes. 

Un segundo conjunto de obras, a pesar de sus disparidades, investiga, de manera más diametral, la invención del otro, las alteridades, las subjetividades marcadas por estigmas sociales de orden racista, sexista o xenófobo, cuestionando la propia mirada que quiere petrificar las singularidades (y pluralidades) de identidades, culturas y tantas otras. Entre ellos, Vaga carne (2016), el primer monólogo de Grace; Mata teu pai –Mata a tu padre– (2017) y Preto (2017), escrito con Márcio Abreu y Nadja Naira. En resumen, estas obras apuntan a otras posibilidades de convivencia y sociabilidades no ancladas en jerarquías, fabulando formas dinámicas e insumisas de ser y estar en el mundo. El fuerte carácter performativo de estas creaciones resalta la corporeidad en su densidad como productora de sentidos, discursos y afectaciones. “[...] pero me interesa perforar la tortura simbólica de las imágenes que no permiten que nuestra imagen viva plenamente, con amor, con belleza, con dinero”, afirma un personaje de Preto. Estas obras abordan no sólo las potencialidades del lenguaje (y su presencia en las relaciones de poder), sino también sus lagunas, las zonas a las que no llega, sus indeterminaciones (cuestiones presentes, directa o indirectamente, en Amores sordos, Congreso Internacional del miedo y Marcha a Zenturo). En Vaga carne, una voz errante invade el cuerpo de una mujer negra, la propia actriz en su irrefrenable presencia. De los choques entre el cuerpo y la voz (ahora encarnada) nace una serie de pensamientos, deseos, silencios, cuestionamientos y tensiones que ponen en jaque nociones enyesadas de identidad, historia, mujer, etc. La voz, aquí, se refiere a las dimensiones sonora, relacional y ético-política. 

En el contexto de la pandemia, merecen destacarse tres obras teatrales de Grace Passô: Frequência 2020 –Frecuencia 2020–; Ficções Sônicas 00 y Ficções Sônicas 02 –Ficciones Sónicas 00 y 02–. En general, se trata de creaciones que indagan tanto en las relaciones/interpenetraciones entre el teatro y el cine como en las sonoridades/musicalidades de las palabras (un interés, hay que decirlo de paso, presente en producciones anteriores, como Vaga carne), sin perder de vista debates contundentes sobre la negritud y la vida cultural del propio país. A lo largo de su carrera (también viva en el ámbito cinematográfico), Grace Passô ha recibido innumerables premios y nominaciones, ha circulado por festivales nacionales e internacionales y ha tenido textos traducidos a varios idiomas, como el inglés, el español y el mandarín. El artista es sin duda un nombre fundamental en el teatro brasileño contemporáneo.

(Guilherme Diniz)



Grace Passô es dramaturga, actriz y directora de teatro y cine.

Las dramaturgias de Grace Passô se basan, explícita o implícitamente, en experiencias, acontecimientos o fenómenos marcados por cierto grado de extrañamiento. Los significados del mundo, las relaciones humanas, las convenciones y los imaginarios sociales, así como los propios dispositivos escénico-dramatúrgicos, se extrañan y se desestabilizan en creaciones que, en tensión con sus contextos históricos, pretenden borrar la realidad inmediata. Al hablar de sus nociones de teatro, la artista explica: “Me interesa crear situaciones extrañas para desmantelar las nociones estables sobre lo que es un ser”, y además: “La potencia de una obra es la potencia de la situación que genera entre las personas”. Aunque no resumen la inmensidad poética de Grace, estas son, nos parece, dos dimensiones fundamentales que constituyen las creaciones de la artista, ya que señalan elementos concomitantes en su trayectoria: la intrincada experimentación formal, el rechazo a los formatos fijos de la escritura teatral y, al mismo tiempo, la búsqueda de la construcción de relaciones e interlocuciones intensas (y disruptivas) entre los artistas en escena y entre los artistas y el público. En estos procesos, la presencia de personajes o actantes narradores es recurrente en las creaciones de la autora. Estas figuras interpelan directamente al público, perforan el mundo ficticio supuestamente hermético y cosen (no siempre linealmente) los hilos de las historias. 

Nacida en Belo Horizonte, la actriz, directora de teatro y cine y dramaturga Grace Passô estudió en el Centro de Formación Artística da Fundação Clóvis Salgado, donde obtuvo algunas técnicas básicas de actuación escénica. Desde el inicio de su vida profesional, Grace ha colaborado con diferentes grupos de teatro de la capital de Minas Gerais, como Compañía Clara, Grupo Invertido y Armatrux, así como con grupos de otras localidades, como la Compañía Brasileña de Teatro y Lume, implicándose radicalmente en los procesos de colaboración. Sin embargo, su actuación más contundente en Belo Horizonte fue con el grupo Espanca!, cofundado por la artista en 2004. La historia de dicho grupo constituye un vigoroso punto de inflexión en el panorama de las artes escénicas de Minas Gerais y de Brasil, tanto por la fuerza inventiva de su puesta en escena como por las articulaciones creativas establecidas con la ciudad de Belo Horizonte, sus creadores, sus diferentes movimientos y proyectos culturales. A lo largo de casi dos décadas de trabajo y tras innumerables transformaciones, Espanca! ha contribuido abundantemente a la afirmación de una dramaturgia autoral y de colectivos teatrales en Belo Horizonte. Con el grupo, Grace escribió las siguientes obras: Por Elise (2005), la ópera prima del grupo; Amores surdos –Amores sordos– (2006); Congresso Internacional do Medo –Congreso Internacional del Miedo– (2008) y Marcha para Zenturo (2009), esta última concebida en colaboración con el Grupo XIX de Teatro (São Paulo). 

El crítico teatral Kil Abreu destaca dos aspectos formales en este conjunto dramatúrgico: la explicitación de los mecanismos y artificios subterráneos del lenguaje y la vívida manipulación de las estrategias metafóricas e imaginativas para transfigurar lo real. Por Elise se estructura a partir de simples encuentros y desencuentros, las cosas pequeñas del cotidiano, breves narraciones ordinarias que revelan una vibración poética incrustada en la vida diaria. Aquí Grace ya presenta rasgos que se reconfigurarán en futuros textos: sutileza e ironía en la construcción de imágenes y diálogos. En Amores surdos –Amores sordos–, un elemento fantástico desvela un contexto familiar inmerso en una grave crisis. El hipopótamo escondido en una de las habitaciones de la casa materializa, de alguna manera, los dolores, las ausencias y los silencios de la familia. Cabe destacar que Grace Passô volverá al ámbito doméstico con la obra Os ancestrais –Los ancestrales– (2013), puesta en escena por el Grupo Invertido. El carácter surrealista, entre la sequedad y el lirismo, dibuja una familia al borde del precipicio emocional tras el derrumbe de su casa. En este universo se debaten los males sociales y las injusticias del país a la vez que se investigan las subjetividades allí presentes. Congresso Internacional do Medo –Congreso Internacional del Miedo–, por su parte, discute esencialmente el lenguaje, sus límites y sus poderes. Cuando se reúne un grupo de conferenciantes, procedentes de distintos lugares y que hablan lenguas diferentes, nos queda preguntarnos: ¿qué se puede (o no se puede) traducir? ¿Qué diálogos son posibles? Por último, Marcha para Zenturo articula un espinoso reencuentro entre cinco amigos para celebrar la Nochevieja. La estructura del texto es una de las más sofisticadas, debido a la confluencia de distintas temporalidades, el intrincado metalenguaje y la estratégica delineación de frustraciones, conflictos y, finalmente, los ardientes afectos entre los personajes. 

Un segundo conjunto de obras, a pesar de sus disparidades, investiga, de manera más diametral, la invención del otro, las alteridades, las subjetividades marcadas por estigmas sociales de orden racista, sexista o xenófobo, cuestionando la propia mirada que quiere petrificar las singularidades (y pluralidades) de identidades, culturas y tantas otras. Entre ellos, Vaga carne (2016), el primer monólogo de Grace; Mata teu pai –Mata a tu padre– (2017) y Preto (2017), escrito con Márcio Abreu y Nadja Naira. En resumen, estas obras apuntan a otras posibilidades de convivencia y sociabilidades no ancladas en jerarquías, fabulando formas dinámicas e insumisas de ser y estar en el mundo. El fuerte carácter performativo de estas creaciones resalta la corporeidad en su densidad como productora de sentidos, discursos y afectaciones. “[...] pero me interesa perforar la tortura simbólica de las imágenes que no permiten que nuestra imagen viva plenamente, con amor, con belleza, con dinero”, afirma un personaje de Preto. Estas obras abordan no sólo las potencialidades del lenguaje (y su presencia en las relaciones de poder), sino también sus lagunas, las zonas a las que no llega, sus indeterminaciones (cuestiones presentes, directa o indirectamente, en Amores sordos, Congreso Internacional del miedo y Marcha a Zenturo). En Vaga carne, una voz errante invade el cuerpo de una mujer negra, la propia actriz en su irrefrenable presencia. De los choques entre el cuerpo y la voz (ahora encarnada) nace una serie de pensamientos, deseos, silencios, cuestionamientos y tensiones que ponen en jaque nociones enyesadas de identidad, historia, mujer, etc. La voz, aquí, se refiere a las dimensiones sonora, relacional y ético-política. 

En el contexto de la pandemia, merecen destacarse tres obras teatrales de Grace Passô: Frequência 2020 –Frecuencia 2020–; Ficções Sônicas 00 y Ficções Sônicas 02 –Ficciones Sónicas 00 y 02–. En general, se trata de creaciones que indagan tanto en las relaciones/interpenetraciones entre el teatro y el cine como en las sonoridades/musicalidades de las palabras (un interés, hay que decirlo de paso, presente en producciones anteriores, como Vaga carne), sin perder de vista debates contundentes sobre la negritud y la vida cultural del propio país. A lo largo de su carrera (también viva en el ámbito cinematográfico), Grace Passô ha recibido innumerables premios y nominaciones, ha circulado por festivales nacionales e internacionales y ha tenido textos traducidos a varios idiomas, como el inglés, el español y el mandarín. El artista es sin duda un nombre fundamental en el teatro brasileño contemporáneo.

(Guilherme Diniz)



Soy una voz, tan solo una voz.

Y aunque sé que vosotros no creéis en este tipo de existencia, que no es humana, hasta aquí he venido para emitir sonidos de vuestras limitadas lenguas. Lenguas que no deciden. No deciden si hablan lo que escriben, o si escriben lo que hablan. Me estoy comunicando con las palabras de una bestia humana, porque sois tan egoístas, tan egoístas, que sólo entendéis vuestras propias lenguas. Podría comunicarme en Código Morse, en sonidos inaudibles, en ondas magnéticas, o cualquier otra cosa por el estilo. Creéis que mi existencia no existe, pero tenéis que saber que las voces existen. E invaden materias. Y son voraces por las materias.

Ayer entré en ti, cosa. Es posible. Pero no te acuerdas. ¿Te acuerdas? Sí que te acuerdas… pensaste que era la lepra, el viento, la luz que simplemente rozaba el brillo de tu imagen. Todo imagen: imagen silla, imagen sofá, imagen aceite, imagen ámbar, imagen pato, imagen caballo, imagen perro, imagen mujer.

Se ve el cuerpo de la mujer.

Y de nuevo, la Voz, en la penumbra:

Hace unos minutos, por ejemplo, he penetrado en una de estas sillas. Puedo penetrar, invadir, ocupar todo. Tampoco tengo principio, ni fin, ni comienzo. Tampoco tengo vida, porque no tengo fin. Si no tengo fin, no tengo vida. Penetro en la materia, salgo de ella, proclamo la materia, soy libre, yo sí que puedo. Puedo cerrar todo esto aquí e irme. Me iré a otra ceremonia, yo puedo. En otro lugar. Sí que puedo. Puedo entrar en la fuente de energía, ¿por qué no? Yo puedo, yo puedo...

Incluso puedo entrar...

Dentro de este paisaje.

Se ve el cuerpo de la mujer. Inerte. Sin acción en el mundo. Es desde allí que ahora habla la voz:

Nada está hueco por aquí. No, no es un hueco.

Todo tan resbaladizo, como las cremas.

Oscuro, todo oscuro. Oscuro.

Si volviéramos este cuerpo del revés, lo entenderéis: aquí es un lugar oscuro, oscuro.

Y todo esto que hay aquí dentro: esto, esto, esto, esto aquí también, esto, se sorprende, ¡buenas noches, corazón!, así que eres tú, qué travieso eres, ¡hola!, si volviera este cuerpo del revés, tendría que enfrentarme a la bestia allá afuera...

¿Me oís? ¿Lo oyes, corazón? ¿Pulmón? ¿Sangre? ¿Hueso? Hay una bestia feroz allá afuera, ¡una cosa para sostener flechas y armas en las manos! ¿Sabéis el nombre de esta bestia? ¿Sabéis cómo se llama esta bestia? ¿Sabéis su nombre?

La mirada de los otros.

El sol no entra aquí, el sol no entra, pero tampoco hace falta alguna. Hacia el público. Os pido que me escuchéis para que toméis conciencia de vosotros mismos, todo está oscuro dentro de ti, ti, ti y ti y ti. Y tampoco son objetos, no, es una vegetación, o... una... máquina, todo se mueve, se mueve, se mueve, ¿se han dado cuenta?

Silencio. El cuerpo permanece sin acción.

Ahogada en la sangre. ¡Creo que estoy llena de sangre! Debo estar roja, es una textura, soy pura sangre violenta, pura sangre veloz, verdad, la sangre es tormenta y todo se mueve, se mueve, se mueve, frenéticamente se mueve, se mueve, ¿se han dado cuenta?

Un brazo se levanta como una vieja puerta que chirría lentamente.

...mientras intenta levantar el brazo. Nunca he tenido que hacer tanto esfuerzo. Es como una embarcación, estoy izando una vela gigantesca, es como mover un barco, como si estuviera en una tormenta y es mi sonido el que mueve el timón.

Sacudiendo la cabeza. ¿Ella está sacudiendo la cabeza? Lo estoy intentando desde aquí. ¿Esta mujer está sacudiendo la cabeza? Esta especie de campana, una especie de gran capilla, gran capilla. Estoy dentro de un nido, como en un bosque… La sangre, la sangre es una tormenta, epidemia, y aquí hay tipos de ramas, estoy sintiendo ramas, es asqueroso, es como estiércol de la tierra, esa es la consistencia, ¿me entendéis?

Moviendo los ojos por el espacio. Y aquí, los faros del paisaje.

Ojos son faros.

¿O son cuchillos?

O moluscos.

Es un susto. Es el diablo. Es todo a la vez.


(Fragmento de Vaga carne)