gildon oliveira

Salvador - BA

Fragmento Teatral

Norma Lucía camina hacia el armario. Al abrir el cajón, saca un paquete con trozos de “papel vegetal". Lo lleva a la mesa donde Adelaida ya está cortando los turrones en trozos.

Norma Lucía: Rita se ha decidido. Si no es feliz aquí, lo será en otro lugar.

Adelaida: Ojos que no ven, corazón que no siente.

Norma Lucía: ¿Estás segura?

Enrollaron los turrones y los pusieron en un cesto. Cuando habla, la voz de Norma Lucía sale in crescendo. Una mezcla de rebeldía y reproche contra Adelaida.

Norma Lucía: ¿Crees que es bueno quedarse sin saber sobre el paradero de esta chica? ¿Sin recibir noticias, sin poder enviar un mensaje? No puedo soportarlo, Adelaida. Mira lo que estás haciendo. Vigila lo que haces.

Adelaida corta y enrolla el turrón con gestos cada vez más firmes, pero no mira a Norma Lucía.

Norma Lucía: No voy a dejar que tu amargura se lleve la felicidad de la pequeña Rita.

Norma Lucía se posiciona con aún más fuerza.

Norma Lucía: Acabarás sola, Adelaida. Sin hija y sin hermana.

Adelaida, incrédula, detiene el trabajo y mira a Norma Lucía.

Norma Lucía: Así es.

Silencio.

Adelaida: Cuando necesitabas ayuda viniste a buscarme a mí.

Norma Lucía: Yo también te ofrecí ayuda para todo. Toda la vida.

Silencio. Por primera vez en la escena, Adelaida centra su mirada en Rita y le pregunta desde dónde está.

Adelaida: ¿Qué quieres de mí?

Rita: Bendición.

Adelaida se centra de nuevo en Norma Lucía.

Norma Lucía: Hemos pasado por mucho, Adelaida. Siempre juntas. Fui a la estación de autobuses y caminé a tu lado todo el camino de vuelta. Cuando perdí a Meire Laura casi me vuelvo loca y tú me mantuviste de pie... me ayudaste. Luego te quedaste viuda, y me tocó ser tu apoyo, tu ayuda, tu amiga, tu hermana. No había lugar al que nuestra mano no pudiera llegar cuando la otra lo necesitara. Ayudando, apoyando... siempre juntas. Así es como criamos a Rita y ahora... sólo quiere tu bendición... siempre tuvo la mía... sabes por qué me aferro a ella... perdí el amor... La quiero como si fuera mía... (Larga pausa. Norma Lucía ya no puede controlar su emoción.) ¡Ay, Adelita! Ay, hermana mía, si esa chica se va por el mundo... (Otra larga pausa, y cuando habla es un profundo y doloroso lamento.) Te echaré mucho de menos.

(Fragmento de Quebra-queixo, Riso Sacana de canto de boca –Rompe-mandíbulas, Risa Traviesa de comisura de boca–)



Gildon Oliveira es dramaturgo, guionista y profesor.

escucha la entrevista:

Apresentação Critica

Gildon Oliveira, dramaturgo, guionista y profesor, ve el teatro como un experimento de libertad. Tal vez por la forma en que organiza su presencia en este ritual sacro-profano. Comenzó su vida en el teatro en Ilhéus, ciudad del estado de Bahía, haciendo un poco de todo, ya que el teatro se produce fuera de las capitales en Brasil debido a la desigual distribución de los recursos en el país. Pero ya en este contexto, se dio cuenta de que le interesaba especialmente lo que se puede decir en forma de texto.

Se graduó en la Universidad Estatal de Santa Cruz (UESC), donde presentó su primer texto, Embrulhada –Enrollada–, en 2002, una obra inspirada en el universo de Luiz Gonzaga y Ariano Suassuna. Desde ese momento, ha utilizado su experiencia adquirida en las artes escénicas para la producción tanto de dramaturgias como de guiones, poniendo especial atención a la composición de personajes y diálogos, uno de los aspectos más refinados de su producción. Gildon crea réplicas que acercan al público a los personajes, que los conmueven, que presentan sus universos íntimos, pero que sobre todo mueven la dramaturgia, evitando los textos expositivos, y evitando cualquier tipo de subestimación de su público.

Gildon escribe deseando crear un efecto inmediato en el público, y por ello apuesta por el género del melodrama en su producción, que incluso se convirtió en objeto de investigación en su doctorado en la Universidad Federal de Bahía (UFBA) en 2018. Cuando escribe, desea despertar emociones fuertes, creando un espacio en el que le gustaría lanzar sus preguntas.

En sus textos, como Alfazema e suor, Olorum –Lavanda y sudor, Olorum– (nominado al Premio Braskem de Teatro en la categoría de mejor texto), Vermelho rubro amoroso... profundo, insistente e definitivo! –¡Rojo profundo amoroso… profundo, insistente y definitivo!– (Premio Braskem de Teatro 2019), Quebra-queixo, Riso Sacana de canto de boca –Rompe-mandíbulas, Risa Traviesa de comisura de boca– busca repensar el protagonismo negro, reposicionándolo dentro del género cómico y melodramático, haciendo lo mismo con los personajes LGBTQIAP+ (lesbianas, gays, bisexuales, travestis, queer, intersexuales, asexuales, pansexuales e identidades no binarias) [nota de traducción: según la mitología yoruba, Olodumaré, también conocido como Olorum, es el dios supremo e inaccesible. Creó el mundo y a los orixás para que lo gobernaran y sirvieran de intermediarios entre él y los humanos].

En sus producciones, tales agendas no son centrales en términos de estructura dramática, sino que forman parte de los universos que constituyen los personajes y sus dramas. Humanizar dichas figuras, añadirles capas, múltiples dimensiones y pensar, dentro de una estructura dramática que podemos llamar clásica, cómo los contextos de opresión a los que estamos sometidos, como sociedad, operan en sus personajes, racionalicen o no dichos procesos.

En Vermelho rubro amoroso... profundo, insistente e definitivo! –¡Rojo profundo amoroso… profundo, insistente y definitivo!–, montado por el grupo DIMENTI en 2019 bajo el título de Vermelho melodrama –Rojo melodrama–, un melodrama regado con votos de amor azucarados, simulación de muerte falsa, con sangre falsa y cartománticas, la relación no confesada de los dos personajes masculinos centrales se desarrolla a través de un complicado arreglo familiar, introspección e incluso cobardía. No porque dos hombres no puedan amarse. En ese momento es como si el público se viera envuelto por el melodrama, con el final feliz de la pareja, pero se viera, al mismo tiempo, alejado por un efecto de extrañamiento al notar la ausencia de la estructura que justificaría ese amor no declarado, reconociendo así la propia opresión que se presentaba allí como una brecha en su percepción de la realidad.

Defensor de la dramaturgia y de que los guiones (tanto de películas como de series) sean vistos como literatura, Gildon se preocupa por la desaparición de la memoria de la producción del teatro brasileño, principalmente negro-brasileño, debido a la ausencia de publicaciones, o de reediciones y remontajes. Como Oduvaldo Vianna Filho, una de sus mayores referencias, junto a Nelson Rodrigues y Plínio Marcos.

(Lais Machado)



Gildon Oliveira es dramaturgo, guionista y profesor.

Gildon Oliveira, dramaturgo, guionista y profesor, ve el teatro como un experimento de libertad. Tal vez por la forma en que organiza su presencia en este ritual sacro-profano. Comenzó su vida en el teatro en Ilhéus, ciudad del estado de Bahía, haciendo un poco de todo, ya que el teatro se produce fuera de las capitales en Brasil debido a la desigual distribución de los recursos en el país. Pero ya en este contexto, se dio cuenta de que le interesaba especialmente lo que se puede decir en forma de texto.

Se graduó en la Universidad Estatal de Santa Cruz (UESC), donde presentó su primer texto, Embrulhada –Enrollada–, en 2002, una obra inspirada en el universo de Luiz Gonzaga y Ariano Suassuna. Desde ese momento, ha utilizado su experiencia adquirida en las artes escénicas para la producción tanto de dramaturgias como de guiones, poniendo especial atención a la composición de personajes y diálogos, uno de los aspectos más refinados de su producción. Gildon crea réplicas que acercan al público a los personajes, que los conmueven, que presentan sus universos íntimos, pero que sobre todo mueven la dramaturgia, evitando los textos expositivos, y evitando cualquier tipo de subestimación de su público.

Gildon escribe deseando crear un efecto inmediato en el público, y por ello apuesta por el género del melodrama en su producción, que incluso se convirtió en objeto de investigación en su doctorado en la Universidad Federal de Bahía (UFBA) en 2018. Cuando escribe, desea despertar emociones fuertes, creando un espacio en el que le gustaría lanzar sus preguntas.

En sus textos, como Alfazema e suor, Olorum –Lavanda y sudor, Olorum– (nominado al Premio Braskem de Teatro en la categoría de mejor texto), Vermelho rubro amoroso... profundo, insistente e definitivo! –¡Rojo profundo amoroso… profundo, insistente y definitivo!– (Premio Braskem de Teatro 2019), Quebra-queixo, Riso Sacana de canto de boca –Rompe-mandíbulas, Risa Traviesa de comisura de boca– busca repensar el protagonismo negro, reposicionándolo dentro del género cómico y melodramático, haciendo lo mismo con los personajes LGBTQIAP+ (lesbianas, gays, bisexuales, travestis, queer, intersexuales, asexuales, pansexuales e identidades no binarias) [nota de traducción: según la mitología yoruba, Olodumaré, también conocido como Olorum, es el dios supremo e inaccesible. Creó el mundo y a los orixás para que lo gobernaran y sirvieran de intermediarios entre él y los humanos].

En sus producciones, tales agendas no son centrales en términos de estructura dramática, sino que forman parte de los universos que constituyen los personajes y sus dramas. Humanizar dichas figuras, añadirles capas, múltiples dimensiones y pensar, dentro de una estructura dramática que podemos llamar clásica, cómo los contextos de opresión a los que estamos sometidos, como sociedad, operan en sus personajes, racionalicen o no dichos procesos.

En Vermelho rubro amoroso... profundo, insistente e definitivo! –¡Rojo profundo amoroso… profundo, insistente y definitivo!–, montado por el grupo DIMENTI en 2019 bajo el título de Vermelho melodrama –Rojo melodrama–, un melodrama regado con votos de amor azucarados, simulación de muerte falsa, con sangre falsa y cartománticas, la relación no confesada de los dos personajes masculinos centrales se desarrolla a través de un complicado arreglo familiar, introspección e incluso cobardía. No porque dos hombres no puedan amarse. En ese momento es como si el público se viera envuelto por el melodrama, con el final feliz de la pareja, pero se viera, al mismo tiempo, alejado por un efecto de extrañamiento al notar la ausencia de la estructura que justificaría ese amor no declarado, reconociendo así la propia opresión que se presentaba allí como una brecha en su percepción de la realidad.

Defensor de la dramaturgia y de que los guiones (tanto de películas como de series) sean vistos como literatura, Gildon se preocupa por la desaparición de la memoria de la producción del teatro brasileño, principalmente negro-brasileño, debido a la ausencia de publicaciones, o de reediciones y remontajes. Como Oduvaldo Vianna Filho, una de sus mayores referencias, junto a Nelson Rodrigues y Plínio Marcos.

(Lais Machado)



Norma Lucía camina hacia el armario. Al abrir el cajón, saca un paquete con trozos de “papel vegetal". Lo lleva a la mesa donde Adelaida ya está cortando los turrones en trozos.

Norma Lucía: Rita se ha decidido. Si no es feliz aquí, lo será en otro lugar.

Adelaida: Ojos que no ven, corazón que no siente.

Norma Lucía: ¿Estás segura?

Enrollaron los turrones y los pusieron en un cesto. Cuando habla, la voz de Norma Lucía sale in crescendo. Una mezcla de rebeldía y reproche contra Adelaida.

Norma Lucía: ¿Crees que es bueno quedarse sin saber sobre el paradero de esta chica? ¿Sin recibir noticias, sin poder enviar un mensaje? No puedo soportarlo, Adelaida. Mira lo que estás haciendo. Vigila lo que haces.

Adelaida corta y enrolla el turrón con gestos cada vez más firmes, pero no mira a Norma Lucía.

Norma Lucía: No voy a dejar que tu amargura se lleve la felicidad de la pequeña Rita.

Norma Lucía se posiciona con aún más fuerza.

Norma Lucía: Acabarás sola, Adelaida. Sin hija y sin hermana.

Adelaida, incrédula, detiene el trabajo y mira a Norma Lucía.

Norma Lucía: Así es.

Silencio.

Adelaida: Cuando necesitabas ayuda viniste a buscarme a mí.

Norma Lucía: Yo también te ofrecí ayuda para todo. Toda la vida.

Silencio. Por primera vez en la escena, Adelaida centra su mirada en Rita y le pregunta desde dónde está.

Adelaida: ¿Qué quieres de mí?

Rita: Bendición.

Adelaida se centra de nuevo en Norma Lucía.

Norma Lucía: Hemos pasado por mucho, Adelaida. Siempre juntas. Fui a la estación de autobuses y caminé a tu lado todo el camino de vuelta. Cuando perdí a Meire Laura casi me vuelvo loca y tú me mantuviste de pie... me ayudaste. Luego te quedaste viuda, y me tocó ser tu apoyo, tu ayuda, tu amiga, tu hermana. No había lugar al que nuestra mano no pudiera llegar cuando la otra lo necesitara. Ayudando, apoyando... siempre juntas. Así es como criamos a Rita y ahora... sólo quiere tu bendición... siempre tuvo la mía... sabes por qué me aferro a ella... perdí el amor... La quiero como si fuera mía... (Larga pausa. Norma Lucía ya no puede controlar su emoción.) ¡Ay, Adelita! Ay, hermana mía, si esa chica se va por el mundo... (Otra larga pausa, y cuando habla es un profundo y doloroso lamento.) Te echaré mucho de menos.

(Fragmento de Quebra-queixo, Riso Sacana de canto de boca –Rompe-mandíbulas, Risa Traviesa de comisura de boca–)