dudu kaiowá

Amambaí - MS

Fragmento Teatral

Joven 1: La población indígena de Mato Grosso do Sul es de 67.433 personas.

Joven 2: Estos son: Atikum, Guaraní Kaiowá, Guaraní Ñandeva, Guató, Kadiwéu, Kiniquinau, Ofaié, Terena.

Joven 3: Los guaraníes y kaiowá suman una población de 42.409 personas.

Joven 4: El pueblo Terena suman 23.234 personas.

Joven 5: Kadiweu, 1.358.

Joven 6: Guato, 175.

Joven 7: Kinikinau, 141.

Joven 8: Ofaie, 61.

Joven 9: Atikum, 55.

Jóvenes: (Coro) ¡Respeten a los pueblos indígenas!

Tres indios entran al son del takuara y del mbaraka (instrumentos de bambú).

Indio 1: ¿Por qué vivo aquí? Miro más allá del horizonte y ¿qué veo? Tierra, mucha tierra, pero... estoy rodeado, alambres me rodean y todo esto ¿para qué? (las aldeas indígenas son trozos de tierra del Estado que están rodeados de grandes explotaciones agrícolas).

India: ¿Por qué vivo aquí y de esta manera? Mis padres me enseñaron que somos libres. ¿Libres? ¿Cuándo? Creo que se me ha quedado grabado en la memoria… Porque, como animales cautivos, hemos sido confinados, me siento atrapado en mis pensamientos, con las manos atadas, siendo conducido al precipicio. (Mirando hacia arriba) Mi libertad, ¿dónde has ido?

Indio 2: Hermanos míos, levantad la cabeza, nuestra lucha por mantener viva la memoria de nuestros antepasados debe continuar, al fin y al cabo, somos hijos de esta tierra, y esta tierra es nuestra madre, de ella venimos y a ella volveremos.

En la escena, un agente judicial entra con una demanda de embargo de las tierras ocupadas por los indígenas.

Alguacil: ¡Atención, indios, la justicia ha decidido! Ha habido un reintegro... ¡esta tierra no les pertenece, váyanse, porque los “propietarios” exigen que les devuelvan la tierra!

Joven 9: La lucha por la tierra entre agricultores e indígenas se ha dado muy a menudo en nuestro Estado, y los indígenas han luchado contra la desvalorización de su cultura y por un espacio dentro de esta sociedad. ¿Retomada o invasión? Esa es la cuestión. ¿De qué lado estás?

Entran varios agricultores, hablando al mismo tiempo.

(Fragmento de Filhos dessa Terra –Hijos de esta tierra–)


Dudu Kaiowá es artista y profesor. Director del grupo Liberdade PKR (Pa'i Kuara Rendy), en el que participa actores y actrices indígenas del pueblo Guapo'y.

escucha la entrevista:

Apresentação Critica

“Ore ro hecha uka, ore reko, onhembohory ramo jepe” es uno de los versos más dichos por Ava Karai Ka'aguy ygua, el Duadino Martines [nombre en lengua portuguesa], que significa “Estamos orgullosos de mostrar nuestra cultura, pese a todos los prejuicios que sufrimos”. También es un extracto de un canto guaraní kaiowá que aparece en sus piezas [nota de traducción: los guaraní-kaiowa aceptaron la designación de paĩ, título empleado por los dioses habitantes del paraíso al dirigirles la palabra, aunque el nombre que mejor les cuaja es el de tavyterã o paĩ-tavyterã, que significa “habitante del pueblo (aldea) de la verdadera tierra futura” (távy-yvy-ete-rã). Los ñandeva se refieren a estos paĩ-kaiowa como tembekuára (orificio labial) por la costumbre que tienen los hombres jóvenes de perforarse el labio inferior por donde se inserta un pequeño bloque de resina en las ceremonias de iniciación. El nombre kaiowa debe derivar del término KA’A O GUA, o sea, los que pertenecen a la selva alta, densa, lo que es indicado por el sufijo “o” (grande), refiriéndose a los actuales guaraní-kaiowa o paĩ-tavyterã].

Impulsado por este deseo de valorar y compartir la cultura Guaraní Kaiowá, Dudu Kaiowá, como se le conoce artísticamente, creó en 2015 el grupo Pa'i Kuara Rendy con jóvenes indígenas de la Aldea Guapo'y, en la región de Amambai, al sur de Mato Grosso do Sul. El significado del nombre del grupo en portugués es “rayo de sol”. Para la cultura Guaraní Kaiowá, el sol es una divinidad que representa la vida y la fuerza. La creación del grupo, que se dedica a la danza, la música y el teatro, surgió de un proceso de despertar al arte tras ver un espectáculo sobre un líder indígena en el Encuentro Continental del Pueblo Guaraní, diez años antes, en 2005. Y, a partir de ahí, Dudu comenzó su trayectoria en el teatro, participando en cursos y descubriendo el ejercicio de la escritura dramatúrgica.

Licenciado en Biología y postgrado en Antropología e Historia de los Pueblos Indígenas, desde muy joven ha estado involucrado en proyectos y acciones por las causas indígenas. Además de dirigir el Pa'i Kuara Rendy, trabaja como profesor de ciencias y coordinador pedagógico en escuelas indígenas de la región donde nació, creció y vive hasta hoy.

Los temas de sus obras versan sobre la forma de ser de los guaraníes kaiowá. Y, más que eso, son como un crudo retrato de la realidad indígena actual en Mato Grosso do Sul, que es el segundo estado brasileño con mayor población indígena. Guaraní. Kaiowá. Terena. Kadwéu. Kinikinaw. Atikun. Ofaié. Guató. Entre estos grupos étnicos, los guaraníes y los kaiowá son los que predominan en el estado. Durante mucho tiempo, como ya sabemos, el territorio ha pertenecido a los pueblos originarios. Y lo que vemos son los constantes conflictos por la tierra entre indígenas y agricultores, que a menudo acaban con el asesinato de los indígenas. A esto hay que añadir los prejuicios y el desprecio por los derechos y la cultura de los indígenas que todavía existen.

A diferencia de las obras de grupos y artistas no indígenas que desarrollan investigaciones y creaciones sobre y en defensa de las cuestiones indígenas, como el grupo, también del estado de Mato Grosso do Sul, Teatro Imaginario Maracangalha y su memorable espectáculo Tekoha: Ritual de vida y muerte del Dios Pequeño (2010), procesión escénica que cuenta la historia de la lucha y el asesinato del líder guaraní Marçal de Souza, Dudu retrata, denuncia y reclama el derecho a la voz en primera persona, desde la perspectiva de quienes viven y sienten estos acontecimientos.

En su primera dramaturgia, Filhos dessa Terra –Hijos de esta tierra– (2015), lleva a escena la situación el reintegro de tierras, un hecho recurrente en la vida cotidiana de los guaraníes kaiowá que viven en la región del Mato Grosso de Sul, y también en todo el país. Entre los personajes están los indígenas, los agricultores, los alguaciles, el gobierno, la justicia, la codicia. El coro aparece como un esquema de los diálogos entre estos personajes, con la indicación de ser un coro de jóvenes, que son los mismos jóvenes artistas indígenas, reforzando su identidad, su voz, su petición de respeto. Una especie de personaje colectivo que apunta como una flecha hacia el público, señalando y reaccionando a la crudeza de los hechos.

Así es como Dudu concibe sus dramaturgias, sin rodeos, al grano, con fuerza y sencillez. Además de retratar un contexto fiel a la realidad actual, y que al mismo tiempo remite a tiempos pasados, a la memoria ancestral, sus obras muestran a los indígenas desde su lugar de enunciación, permeados por sus sentimientos, angustias e historias. Especialmente la inquietud de los jóvenes sobre su propia identidad en medio del choque de la imposición constante de la cultura blanca en la vida cotidiana, en los estudios, en el trabajo, como aparece en Tape Mbyapeha/Caminhos da Sabedoria –Tape Mbyapeha/Caminos de la sabiduría– (2017) y en Gritou-me bugra –me gritaron bugra– (2019), que tiene como referencia y punto de partida el poema “Me gritaron negra”, de Victoria Santa Cruz, solo que en una versión atravesada por la voz de una mujer indígena. 

Entrelazada con los percances de las travesías de la joven indígena, la necesidad de reconocer la propia cultura resuena a través de la presencia de rituales, mitos, canciones y juegos de la infancia, y frases en guaraní, que son convocadas por el sonido y la manipulación de la mbaraka [sonajero de calabaza: símbolo religioso e instrumento musical] y la takuara [especie de bambú de cañas huecas, leñosas y resistentes, que alcanzan los doce metros de altura] y por la indicación en la rúbrica del espacio de representación en forma de círculo, tal como se compone el espacio de los rituales y las danzas. Una de esas historias se encuentra en Mito dos gêmeos –Mito de los gemelos– (2017), el mito de los hermanos Sol y Luna, que fue contado por su ñamoi [bisabuela] Joana Rossate, una anciana indígena que ahora tiene 110 años.

Dudu, junto con el grupo, viene trabajando con la intención de, a través del teatro, echar luz, reconocer, valorar y compartir la cultura Guaraní Kaiowá, abriendo caminos y dando voz no sólo a los jóvenes indígenas sino también a todos los indígenas. Además, está abriendo caminos para la dramaturgia indígena en la región del Centro-Oeste. En Mato Grosso do Sul, Dudu representa la fuerza de la presencia indígena para llegar a los escenarios brasileños.

(Carin Louro)


Dudu Kaiowá es artista y profesor. Director del grupo Liberdade PKR (Pa'i Kuara Rendy), en el que participa actores y actrices indígenas del pueblo Guapo'y.

“Ore ro hecha uka, ore reko, onhembohory ramo jepe” es uno de los versos más dichos por Ava Karai Ka'aguy ygua, el Duadino Martines [nombre en lengua portuguesa], que significa “Estamos orgullosos de mostrar nuestra cultura, pese a todos los prejuicios que sufrimos”. También es un extracto de un canto guaraní kaiowá que aparece en sus piezas [nota de traducción: los guaraní-kaiowa aceptaron la designación de paĩ, título empleado por los dioses habitantes del paraíso al dirigirles la palabra, aunque el nombre que mejor les cuaja es el de tavyterã o paĩ-tavyterã, que significa “habitante del pueblo (aldea) de la verdadera tierra futura” (távy-yvy-ete-rã). Los ñandeva se refieren a estos paĩ-kaiowa como tembekuára (orificio labial) por la costumbre que tienen los hombres jóvenes de perforarse el labio inferior por donde se inserta un pequeño bloque de resina en las ceremonias de iniciación. El nombre kaiowa debe derivar del término KA’A O GUA, o sea, los que pertenecen a la selva alta, densa, lo que es indicado por el sufijo “o” (grande), refiriéndose a los actuales guaraní-kaiowa o paĩ-tavyterã].

Impulsado por este deseo de valorar y compartir la cultura Guaraní Kaiowá, Dudu Kaiowá, como se le conoce artísticamente, creó en 2015 el grupo Pa'i Kuara Rendy con jóvenes indígenas de la Aldea Guapo'y, en la región de Amambai, al sur de Mato Grosso do Sul. El significado del nombre del grupo en portugués es “rayo de sol”. Para la cultura Guaraní Kaiowá, el sol es una divinidad que representa la vida y la fuerza. La creación del grupo, que se dedica a la danza, la música y el teatro, surgió de un proceso de despertar al arte tras ver un espectáculo sobre un líder indígena en el Encuentro Continental del Pueblo Guaraní, diez años antes, en 2005. Y, a partir de ahí, Dudu comenzó su trayectoria en el teatro, participando en cursos y descubriendo el ejercicio de la escritura dramatúrgica.

Licenciado en Biología y postgrado en Antropología e Historia de los Pueblos Indígenas, desde muy joven ha estado involucrado en proyectos y acciones por las causas indígenas. Además de dirigir el Pa'i Kuara Rendy, trabaja como profesor de ciencias y coordinador pedagógico en escuelas indígenas de la región donde nació, creció y vive hasta hoy.

Los temas de sus obras versan sobre la forma de ser de los guaraníes kaiowá. Y, más que eso, son como un crudo retrato de la realidad indígena actual en Mato Grosso do Sul, que es el segundo estado brasileño con mayor población indígena. Guaraní. Kaiowá. Terena. Kadwéu. Kinikinaw. Atikun. Ofaié. Guató. Entre estos grupos étnicos, los guaraníes y los kaiowá son los que predominan en el estado. Durante mucho tiempo, como ya sabemos, el territorio ha pertenecido a los pueblos originarios. Y lo que vemos son los constantes conflictos por la tierra entre indígenas y agricultores, que a menudo acaban con el asesinato de los indígenas. A esto hay que añadir los prejuicios y el desprecio por los derechos y la cultura de los indígenas que todavía existen.

A diferencia de las obras de grupos y artistas no indígenas que desarrollan investigaciones y creaciones sobre y en defensa de las cuestiones indígenas, como el grupo, también del estado de Mato Grosso do Sul, Teatro Imaginario Maracangalha y su memorable espectáculo Tekoha: Ritual de vida y muerte del Dios Pequeño (2010), procesión escénica que cuenta la historia de la lucha y el asesinato del líder guaraní Marçal de Souza, Dudu retrata, denuncia y reclama el derecho a la voz en primera persona, desde la perspectiva de quienes viven y sienten estos acontecimientos.

En su primera dramaturgia, Filhos dessa Terra –Hijos de esta tierra– (2015), lleva a escena la situación el reintegro de tierras, un hecho recurrente en la vida cotidiana de los guaraníes kaiowá que viven en la región del Mato Grosso de Sul, y también en todo el país. Entre los personajes están los indígenas, los agricultores, los alguaciles, el gobierno, la justicia, la codicia. El coro aparece como un esquema de los diálogos entre estos personajes, con la indicación de ser un coro de jóvenes, que son los mismos jóvenes artistas indígenas, reforzando su identidad, su voz, su petición de respeto. Una especie de personaje colectivo que apunta como una flecha hacia el público, señalando y reaccionando a la crudeza de los hechos.

Así es como Dudu concibe sus dramaturgias, sin rodeos, al grano, con fuerza y sencillez. Además de retratar un contexto fiel a la realidad actual, y que al mismo tiempo remite a tiempos pasados, a la memoria ancestral, sus obras muestran a los indígenas desde su lugar de enunciación, permeados por sus sentimientos, angustias e historias. Especialmente la inquietud de los jóvenes sobre su propia identidad en medio del choque de la imposición constante de la cultura blanca en la vida cotidiana, en los estudios, en el trabajo, como aparece en Tape Mbyapeha/Caminhos da Sabedoria –Tape Mbyapeha/Caminos de la sabiduría– (2017) y en Gritou-me bugra –me gritaron bugra– (2019), que tiene como referencia y punto de partida el poema “Me gritaron negra”, de Victoria Santa Cruz, solo que en una versión atravesada por la voz de una mujer indígena. 

Entrelazada con los percances de las travesías de la joven indígena, la necesidad de reconocer la propia cultura resuena a través de la presencia de rituales, mitos, canciones y juegos de la infancia, y frases en guaraní, que son convocadas por el sonido y la manipulación de la mbaraka [sonajero de calabaza: símbolo religioso e instrumento musical] y la takuara [especie de bambú de cañas huecas, leñosas y resistentes, que alcanzan los doce metros de altura] y por la indicación en la rúbrica del espacio de representación en forma de círculo, tal como se compone el espacio de los rituales y las danzas. Una de esas historias se encuentra en Mito dos gêmeos –Mito de los gemelos– (2017), el mito de los hermanos Sol y Luna, que fue contado por su ñamoi [bisabuela] Joana Rossate, una anciana indígena que ahora tiene 110 años.

Dudu, junto con el grupo, viene trabajando con la intención de, a través del teatro, echar luz, reconocer, valorar y compartir la cultura Guaraní Kaiowá, abriendo caminos y dando voz no sólo a los jóvenes indígenas sino también a todos los indígenas. Además, está abriendo caminos para la dramaturgia indígena en la región del Centro-Oeste. En Mato Grosso do Sul, Dudu representa la fuerza de la presencia indígena para llegar a los escenarios brasileños.

(Carin Louro)


Joven 1: La población indígena de Mato Grosso do Sul es de 67.433 personas.

Joven 2: Estos son: Atikum, Guaraní Kaiowá, Guaraní Ñandeva, Guató, Kadiwéu, Kiniquinau, Ofaié, Terena.

Joven 3: Los guaraníes y kaiowá suman una población de 42.409 personas.

Joven 4: El pueblo Terena suman 23.234 personas.

Joven 5: Kadiweu, 1.358.

Joven 6: Guato, 175.

Joven 7: Kinikinau, 141.

Joven 8: Ofaie, 61.

Joven 9: Atikum, 55.

Jóvenes: (Coro) ¡Respeten a los pueblos indígenas!

Tres indios entran al son del takuara y del mbaraka (instrumentos de bambú).

Indio 1: ¿Por qué vivo aquí? Miro más allá del horizonte y ¿qué veo? Tierra, mucha tierra, pero... estoy rodeado, alambres me rodean y todo esto ¿para qué? (las aldeas indígenas son trozos de tierra del Estado que están rodeados de grandes explotaciones agrícolas).

India: ¿Por qué vivo aquí y de esta manera? Mis padres me enseñaron que somos libres. ¿Libres? ¿Cuándo? Creo que se me ha quedado grabado en la memoria… Porque, como animales cautivos, hemos sido confinados, me siento atrapado en mis pensamientos, con las manos atadas, siendo conducido al precipicio. (Mirando hacia arriba) Mi libertad, ¿dónde has ido?

Indio 2: Hermanos míos, levantad la cabeza, nuestra lucha por mantener viva la memoria de nuestros antepasados debe continuar, al fin y al cabo, somos hijos de esta tierra, y esta tierra es nuestra madre, de ella venimos y a ella volveremos.

En la escena, un agente judicial entra con una demanda de embargo de las tierras ocupadas por los indígenas.

Alguacil: ¡Atención, indios, la justicia ha decidido! Ha habido un reintegro... ¡esta tierra no les pertenece, váyanse, porque los “propietarios” exigen que les devuelvan la tierra!

Joven 9: La lucha por la tierra entre agricultores e indígenas se ha dado muy a menudo en nuestro Estado, y los indígenas han luchado contra la desvalorización de su cultura y por un espacio dentro de esta sociedad. ¿Retomada o invasión? Esa es la cuestión. ¿De qué lado estás?

Entran varios agricultores, hablando al mismo tiempo.

(Fragmento de Filhos dessa Terra –Hijos de esta tierra–)