Establecer un pensamiento curatorial para pensar en la dramaturgia brasileña es siempre algo complejo, que implica necesariamente una delimitación. Analizando la escritura realizada en el Sur del país en los últimos diez años, optamos por priorizar a dramaturgas, dramaturgues y dramaturgos activos en los tres estados, con una producción continua y que están llegando a la escena manteniendo contacto directo con la vida cultural de la región, además de destacarse por la investigación en el ámbito del lenguaje y la experimentación. En este sentido, nos centramos en una diversidad de lenguajes, valorando los diferentes procedimientos de escritura, que van desde la llamada escritura de oficina hasta la escritura en proceso colaborativo, recurrente en las creaciones teatrales de grupos, que ha impulsado la producción dramatúrgica en el Sur de Brasil.
El proceso de selección pasó por dos etapas distintas. En primer lugar, se realizó un amplio estudio de más de 100 nombres diferentes, desde artistas consolidados en el panorama actual hasta artistas recién llegados a la labor dramatúrgica, contemplando nombres de las capitales, de la costa y del interior de los estados. Luego, reflexionamos a partir de la lectura de textos, del análisis de contextos de producción y, principalmente, de la experiencia empírica de nuestras actuaciones, que abarca la producción, la investigación y la pedagogía en el área dramatúrgica. La mirada curatorial es el resultado de una práctica continua de fruición y reflexión sobre la dramaturgia producida en el Sur.
En este proceso, concluimos que el poco fomento e incentivo a la dramaturgia de forma continuada hace que gran parte de la producción autoral esté vinculada al teatro de grupo, como es el caso de colectivos como Errática, Cia. Stravaganza, Projeto GOMPA, Pretagô, Cia. IncomodeTe, Bando de Brincantes, Grupo Oigalê, Grupo Cerco, Grupo Caixa Preta, UTA (Usina do Trabalho do Ator), Cia. Rústica, Teatro Sarcáustico, ERRO Grupo, Cia. Brasileira de Teatro, CiaSenhas de Teatro, Selvática Ações Artísticas, entre otros grupos que hacen hincapié en la escritura de autor. Así, la mayoría de las dramaturgas, dramaturgues y dramaturgos que trabajan en la región Sur y que están en este Portal desarrollan una parte importante de su trabajo junto a (e impulsado por) colectivos. Es el caso de Francisco Gick, Pedro Bertoldi, Diones Camargo, Fernando Kike Barbosa y Viviane Jugueiro, de Rio Grande do Sul; André Felipe, Max Reinert, Pedro Bennaton y Luana Raiter, de Santa Catarina; Sueli Araújo, Marcio Abreu, Leonarda Gluck, Fátima Ortiz, Francisco Mallmann y Carlos Canarin, de Paraná.
También hay que mencionar a las dramaturgas, dramaturgues y dramaturgos que en este momento no van a formar parte del Portal y que crean junto a sus colectivos –o pretenden escenificar sus obras en tanto que actores o directores–, como es el caso de Silvana Rodrigues, Patrícia Fagundes, Nelson Diniz, Liane Venturella, Marcos Contreras, Elisa Lucas, Patrícia Silveira, Dedy Ricardo, Altair Martins, Paulo Berton, Fernanda Moreno, Antonio Cunha, Sulanger Bavaresco, Luiz Felipe Leprevost, Paulo Biscaia, Olga Nenevê, Marcelo Bourscheid, Alexandre França, Enéas Lour, Maurício Vogue, Edson Bueno, Maíra Lour, todas, todes y todos tienen su trayectoria vinculada a la producción colectiva, colaborativa. En el libro À sombra do vampiro –25 anos de teatro de grupo em Curitiba–, organizado por el Prof. Dr. Walter Lima Torres Neto, pudimos acceder a una investigación que muestra la producción del teatro de grupo, destacando también las dramaturgias originales producidas por ellos. Además, merece hacer relieve en la página web Dramaturgia de Mulheres: palavra como existência e resistência, organizada por Natasha Centenaro, que busca reunir y dar visibilidad a la dramaturgia escrita por mujeres en Rio Grande do Sul. Por último, el artículo “Renovación formal de la dramaturgia en Santa Catarina”, escrito por el investigador Stephan Baumgartel para la página web Teatro Jornal, propone una reflexión sobre la dramaturgia producida en el estado.
Por otro lado, los nombres vinculados a la producción fuera de las capitales formaron parte del estudio curatorial. En Paraná destacamos la ciudad de Londrina, conocida por la relevancia del Festival FILO y por el curso bastante activo de licenciatura en Teatro de la Universidad Estatal de Londrina, que es la cuna de nombres de relevancia nacional, como el escritor Renato Forin, Maurício Arruda Mendonça de Armazém Companhia de Teatro, y Mário Bortolotto del Teatro Cemitério de Automóveis. En cuanto a las dramaturgas, dramaturgues y dramaturgos de Santa Catarina, hay nombres que provienen de ciudades del interior como Paulo Zwolinski (Jaraguá do Sul) y Gregory Haertel (Blumenau). Otro dato interesante es el intercambio de nombres que, nacidos en el estado, emigran a otros estados, como Martina Sohn Fisher y Andrew Knoll. En Rio Grande do Sul, hay un movimiento de dramaturgas, dramaturgues y dramaturgos del interior hacia la capital. La gran mayoría de ellos van a Porto Alegre en busca de oportunidades para escenificar sus producciones escritas, donde el mercado, aunque escaso, tiene mucha más movida. Esta es una característica que se aplica a los otros dos estados, pero aparece con más énfasis en Rio Grande do Sul.
La falta de incentivos a la dramaturgia en el Sur del país hace que la mayor parte de la producción provenga de colaboraciones con grupos, y todavía es difícil pensar en el papel del dramaturgo como una profesión económicamente autosuficiente. En Rio Grande do Sul, el fomento a la dramaturgia es precario, por no decir inexistente. Ha habido premios importantes, como el Premio Carlos Carvalho –Concurso de Dramaturgia– y el Premio Ivo Bender de Dramaturgia, ambos extinguidos, los Premios Açorianos y Tibicuera de Dramaturgia, extinguidos desde 2020, así como el Premio FAC Serafín Bemol, centrado en la escenificación de la dramaturgia sureña, que tuvo una sola edición, en 2019.
En Paraná, algunas iniciativas fueron importantes para contribuir a la producción y difusión de las producciones. Destacamos el Premio Oraci Gemba, de la Fundación Cultural de Curitiba. El Premio comenzó en 2007 y publicó cinco volúmenes con más de 20 dramaturgias, que contemplaron tanto a dramaturgos exponentes como a íconos de la dramaturgia de la ciudad de Curitiba, entre ellos Enéas Lour, Paulo Biscaia y Silvia Monteiro. Recientemente, con la aprobación de la Ley Aldir Blanc durante la pandemia de Covid-19 en Brasil, se celebró el premio Outras Palavras, que contemplaba a los escritores del estado de Paraná. En la categoría de dramaturgia, fueron premiados 30 autores, como Dimis Soares, Ligia Souza, Olga Nenevê, Val Sales, Alan Norões, Regina Bastos y otros. En este contexto, en 2020 también se creó el sello la lettre, de los artistas Ligia Souza y Pablito Kucarz, que publica y distribuye libros con textos dramatúrgicos.
De manera más amplia, las convocatorias culturales del estado de Paraná y de la ciudad de Curitiba contemplan de alguna manera proyectos que escenifican y publican dramaturgia de autores que trabajan en Paraná. De este modo, podemos encontrar iniciativas que, además de difundir las obras, produzcan espacios de discusión y debate sobre la realización dramatúrgica. Destacamos los proyectos Leituras ¾ del grupo Antropofocus, que lanzó una convocatoria nacional de propuestas de textos de comedia, así como el proyecto CiaSenhas Aciona: Dramaturgas em Cena, que también lanzó una convocatoria nacional de propuestas de dramaturgias escritas por mujeres. En Rio Grande do Sul, la creación del Colectivo As DramaturgA, impulsado por Patrícia Silveira, con el objetivo de dar visibilidad a la producción escrita por mujeres. El colectivo publicó una serie de textos de 13 autoras de diferentes generaciones, publicados por la editorial EDIPUCRS.
Si pensamos en la formación en dramaturgia, en Paraná hay más de cinco universidades públicas y privadas que ofrecen cursos de Artes Escénicas con diferentes titulaciones. Sin embargo, la formación en dramaturgia se lleva a cabo principalmente en proyectos de formación no académica. El proyecto más conocido y antiguo es el Núcleo de Dramaturgia del SESI Paraná, que funciona desde hace más de 10 años en la ciudad de Curitiba, con acciones específicas también en ciudades del interior de Paraná. El Núcleo ya ha coordinado a varios autores con repercusión nacional. Actualmente, ofrece a los participantes enfoques históricos, teóricos y prácticos para la construcción de la dramaturgia, con experimentación de las obras a través de performances y lecturas escénicas, así como la difusión a través de publicaciones. Otras instituciones también promueven cursos, talleres y proyectos específicos de dramaturgia en la capital y en el interior, como el SESC Paraná, el Centro Cultural Teatro Guaíra, la Biblioteca Pública do Paraná, y otras.
En Rio Grande do Sul, la formación en dramaturgia como curso regular es bastante reciente. La titulación en Escritura Dramatúrgica, creada en el curso de Teatro del Departamento de Arte Dramático de la Universidad Federal de Río Grande do Sul, surgió en 2019, teniendo su atención centrada en la formación de dramaturgas, dramaturgues y dramaturgos. Es una de las pocas iniciativas en el ámbito universitario pensada exclusivamente para la formación regular en escritura dramática. En la Universidad Federal de Pelotas, cabe destacar las acciones del grupo de investigación Teatro: Histórias e Dramaturgias, coordinado por Fernanda Vieira Fernandes, que realiza regularmente lecturas dramatizadas, buscando visibilizar la escritura contemporánea. También hay algunos grupos de estudio y movimientos en este sentido. En Porto Alegre, por ejemplo, tenemos el Grupo de Estudos em Dramaturgia, coordinado por Diones Camargo. El colectivo realiza encuentros de intercambio y ejercicios de escritura, pensando en estrategias para hacer viable la profesión en la ciudad y abarcando también la dramaturgia en danza y en espacios de exhibición.
En Santa Catarina, en el curso de Artes Escénicas de la Universidad Federal de Santa Catarina, existe un eje de Escritura Dramática, promovido por el Núcleo de Estudios em Escenificación Teatral y Escritura Dramática (NEEDRAM), coordinado por Paulo R. Berton, corroborando un movimiento de escritura dramática en el marco de la academia. En el mismo sentido, el profesor Stephan Baumgartel coordina en la Universidad Estatal de Santa Catarina el Laboratorio de Escrituras Teatrales, con encuentros semanales de producción, lectura y reflexión de textos.
En las dramaturgias analizadas del Sur, hay una fuerte inclinación hacia una textualidad más performativa, que huye de una estructura discursiva lineal de la acción. También observamos una tendencia muy potente hacia la ruptura de la fábula, la fragmentación del tiempo, del espacio y del individuo. Igualmente se reitera un tipo de teatro que surge de la relación entre actores y dramaturgos en la sala de ensayo, con acciones verbales y físicas escritas por sus cuerpos y para ellos, con una performatividad que se basa en el actor y la exploración de la palabra. También hay varios colectivos que trabajan con espacios alternativos, con la música y con el uso de la tecnología, generando interferencias en la propia estructura dramatúrgica.
Por otro lado, cabe destacar que el reciente movimiento de escritura en el Sur del país escapa al manierismo elitista de la escritura. Dramaturgas, dramaturgues y dramaturgos de diversa procedencia y formación se interesan por las relaciones decoloniales con la palabra, ahondando en investigaciones performativas en las que el cuerpo se sitúa como centro de la experiencia de la escritura. La oralidad es un rasgo fuerte de la escritura, ya que abre las posibilidades de crear otros imaginarios: las narrativas de las mujeres, afrobrasileñas, periféricas, latinoamericanas, LGBTQIA+ y de otras mayorías minorizadas tienen en la palabra hablada, en la vocalización, un dispositivo de creación que niega las imposiciones eurocéntricas de la escritura. En este sentido, la curaduría también pretendía dar espacio a estas narrativas que deflagran otra narrativa sobre el Sur del país.
Finalmente, el deleite y el desafío de esta curaduría fue reforzar la diversidad de la producción dramatúrgica en el Sur del país, eliminando de ella la noción preconcebida y recortada de una élite masculina, blanca y europea. La producción dramatúrgica del Sur es plural, como forma de reafirmación de las mil identidades brasileñas. La noción colectiva de estos escritos y la construcción de una palabra cargada de conocimiento y experiencia del cuerpo evoca la diversidad de existencias, de miradas sobre el mundo y de concepciones sobre la propia idea de humanidad.